¿Qué va a ser de nosotros?
Pero de repente la multitud se queda seria y descorazonada. Las calles se vacían rápidamente. Han llegado noticias de la frontera: ¡los bárbaros no vienen! Y ahora, sin los bárbaros, ¿qué va a ser de nosotros? pregunta el poeta y se contesta: “Después de todo, habrían sido una solución”.
El domingo 2 de diciembre por la noche los poblanos nos encontramos con la sorpresa de un tuit circulando, en donde, inusualmente, el magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial, José Luis Vargas Valdez, propone la anulación y repetición de los comicios en la entidad por la gravedad de las irregularidades cometidas por el Instituto Estatal Electoral. Además, el proyecto pide que se dé vista al INE para iniciar los procedimientos de remoción de los consejeros electorales. Todo esto desestimando los argumentos de nulidad expresados por los quejosos y solo centrándose en las irregularidades que fueron acreditadas en la investigación realizada por el Tribunal: “el indebido resguardo de la paquetería electoral, que afectó las condiciones de validez de la elección, los actos de violencia en las casillas, la negligencia por parte del Instituto Electoral del Estado en el manejo incorrecto y resguardo de la papelería de la elección y la vulneración de la cadena de custodia”.
El magistrado Vargas Valdez esgrime como razón para su inusual conducta “abonar a la transparencia y frenar cualquier intento de presión política sobre el pleno del TEPJF”. Y vaya que debieron haber presiones desde el momento en que el magistrado, por primera vez en la historia electoral de México, adelantó su proyecto y lo hizo público aún antes de discutirlo en el Pleno, presumiéndose que esa presión vendría de parte de la gente de Rafael Moreno Valle, que tiene todo el poder económico y político para hacerlo… y ahora, parafraseando al poeta Cavafis, ¿qué va a ser de nosotros?
Indudablemente lo que sigue, constitucional y legalmente, es la organización de los nuevos comicios -lo que probablemente haga el INE directamente, ya que los consejeros estatales están cuestionados en su actuación- y el desarrollo de una nueva elección, que puede ser con los mismos candidatos -ya hay precedentes anteriores- o bien, otros que los partidos propongan. Mientras tanto, habrá que elegir por parte del Congreso un gobernador interino para que no exista vacío de poder. Por supuesto, debe ser un político con experiencia, capacidad y probada honestidad. Ahora, sobre la pregunta “¿qué va a ser de nosotros?” contestaría tajantemente: ¡Lo que los poblanos queramos! Y no tanto lo que nos impongan los partidos políticos. Ha llegado el tiempo de tomar por nuestra cuenta la dirección de nuestro destino. No debemos seguir permitiendo “dejar hacer y dejar pasar”, sin decidir “nosotros”. Los tiempos de cambio que estamos viviendo deben ser el detonante y la motivación para actuar en forma diferente, con responsabilidad pero con pasión y decisión, para lograr lo que en el país se logró: el triunfo de un candidato o candidata acorde con nuestra idiosincrasia y nuestros intereses. Los poblanos nos merecemos vivir en paz, tener justicia tanto en la procuración como en la impartición, tener trabajo digno y bien pagado, dejar de ser víctimas de la delincuencia y de los sobornos, tener asistencia y servicios médicos de calidad, en suma: ¡TENER PROSPERIDAD! Actuemos en consecuencia.
En el poema de Constantino
Cavafis “Esperando a los bárbaros”, el emperador y el pueblo, reunidos en la plaza pública, esperan la llegada de los bárbaros. Los legisladores han abandonado el parlamento porque los bárbaros tendrán que legislar cuando lleguen y los oradores no han preparado ningún discurso porque los bárbaros no aprecian la fluidez ni la finura de expresión.