Persona (Lexicografía hermenéutica para autodidactas)
Para Sebastián Tal vez la palabra menos esclarecida, es decir, de la que menos sabemos y que sin embargo utilizamos con mayor frecuencia, de manera irreflexiva e irresponsable, sea la palabra “persona”.
El Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana (1961), de Joan Corominas, explica: “Tomado del latín persona, máscara de actor, personaje teatral. Voz de origen etrusco.” El Diccionario de Autoridades (1737), de la RAE, consigna 9 acepciones; transcribo 7, copiando su peculiar ortografía. Primera: “Individuo de la naturaleza intelectual, o de la naturaleza humana. Es voz Latina. ALCAZ. Chron. Decad. 2. Año 8. cap. 2. §. 1. Con el tiempo se fue mejorando y adelantando su fábrica, de suerte que tiene aposentos para setenta personas.” En segunda acepción, dice: “Se toma también por cualquier hombre o mujer en particular: especialmente de quien no se sabe el nombre. Latín. Quidam, vel Quaedam. RIBAD. Raz. del Inst. cap. 3. Lo mismo enseña S. Basilio, hablando de las personas particulares, y enseñándonos en qué consiste la verdadera virtud. NIEREMB. Var. Ilustr. Vid. del P. Martin de Santo Domingo. Después de su muerte apareció lleno de resplandor y gloria a cierta persona, y le consoló con su presencia.” En tercera: “Se toma así mismo por la disposición o figura del cuerpo.” En cuarta: “Se toma por hombre de prendas, capacidad, disposición y prudencia.” Quinta: “En la Theología es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que son tres distintas, con una misma esséncia. Latín. Trinitatis Persona.” Sexta: “En la Gramática se llama cualquier nombre o pronombre con quien concierta el verbo, y respecto de quien se conjuga.” Séptima: “En las Comedias vale lo mismo que Interlocutor, porque representan fingidos los sujetos de la fábula o historia. Latín. Personae.” El Diccionario de Filosofía (1961), de Nicola Abbagnano, establece los términos de una visión más interesante, leamos: “En el sentido más común del término, el hombre en sus relaciones con el mundo y consigo mismo”. Y más adelante: “Dice Epicteto: “Recuerda que tú no eres otra cosa que actor de un drama, el cual será breve o largo según la voluntad del poeta. Y si a éste le place que representes la P. de un mendigo,