Conservatorio Nacional de Música
El 14 de enero de 1866 se constituyó la Sociedad Filarmónica Mexicana, una de sus principales funciones sería la fundación de un conservatorio.
La aceptación del proyecto por parte de la sociedad fue muy buena. El movimiento trascendió tanto que el pianista Franz Liszt ofreció su apoyo para la realización de las tareas designadas.
El primero de julio de 1866 se abrieron las puertas del Conservatorio Nacional en una casa que había sido sede de la Academia de Música del padre Agustín Caballero. Este último fue nombrado como director del recinto.
El primer logro de la sociedad fue el estreno de la ópera Ildegonda.
El propósito de la institución era preparar adecuadamente a músicos para las funciones operísticas y musicales del país, así como la formación artística de los mismos.
Asimismo, el Conservatorio presentó a las mujeres
la oportunidad de una formación profesional, algo nuevo para México en esa época.
Cabe destacar que el Conservatorio fue la primera escuela que otorgaba un título profesional a las mujeres y cursos en prácticamente todas las disciplinas musicales vigentes.
Con la caída del régimen imperial de Maximiliano, se temió por la posible disolución del Conservatorio.
Pero contrariamente, el Gobierno de Juárez otorgó a la Sociedad Filarmónica Mexicana el edificio de la exuniversidad y la lista de sus socios se vio incrementada.
Gracias a esto, el Conservatorio pudo ampliar sus actividades hacia el arte dramático, convirtiéndose en Conservatorio de Música y Arte Dramático. Y así se mantuvo a lo largo de varias décadas.