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LOS SON TENDENCIA
Siempre se ha dicho que los gatos son solitarios e independientes, también que no les gusta que los acaricien, pero muchos nos sentimos atraídos por esos rasgos estéticos tan bonitos que tienen: ojos grandes, nariz pequeña y cara redonda.
Nuestra primera reacción al verlos es querer acariciarlos y achocharlos, pero para algunos gatos esto es abrumador. De hecho, a algunos se les eriza la piel con solo ver a un desconocido o gruñen como advertencia para que te detengas o te propinarán un zarpazo.
Las razones para este tipo de comportamiento son muchas, pero lo más seguro es que a tu gato no le guste sentirse limitado por un humano o que haya tenido malas experiencias en el pasado. Por ello es muy importante conocer y respetar a los gatos, para que la relación gato-dueño se mantenga fuerte y duradera.
De acuerdo con Daniela Gómez Cisneros, especialista en medicina y cirugía de perros y gatos del Hospital Universitario UPAEP, los gatos son animales cazadores y el ser pequeños los hace vulnerables a ser depredados.
Son muy cautos y pueden cuidarse solos, pero no son totalmente solitarios. Pueden ser animales sociales, aunque su estructura social difiere mucho de las personas y de los perros. Incluso pueden existir “colonias” de gatos y hasta pueden elegir compañeros preferidos, sin embargo, el periodo de socialización de un gato es tardado y requieren tiempo para adaptarse a lo nuevo, siempre y cuando esto no represente malas experiencias para ellos.
SOCIALIZACIÓN
“La introducción de un nuevo individuo a su entorno deberá de ser poco a poco para que el gato pueda aceptar a la nueva persobles. na o mascota en la casa. Al inicio es normal que sientan miedo o disgusto, ya que por lo general ellos mantienen a los extraños alejados, porque no saben qué es lo que puede pasar. Pero con el tiempo, si la convivencia es positiva y gradual, es muy probable que el gato lo acepte”, expone.
La doctora enfatiza que no es que todos los gatos odien los abrazos, todo depende del ciclo de socialización que se les da desde que son pequeños. “El período sensible es desde las 2 a las 9 semanas de vida, si los gatitos han tenido experiencias positivas con los abrazos (que no los jalen, no los lastimen, reciben caricias o comida) no los asociarán con algo invasivo o negativo. En cambio, si nunca fueron acostumbrados a ser manipulados, reaccionarán con miedo o agresividad”, asegura.
¿CÓMO ACARICIARLOS?
Enfatiza que, dependiendo de cómo haya sido acostumbrado desde pequeño el gato, sabremos en qué zonas se debe acariciar; por lo general responde positivamente a las caricias en la cabeza, detrás de las orejas y en el mentón; a algunos les gustan las caricias en el área lumbar (zona de la espalda baja). Inclusive, dice, existen muchos gatos que buscan las caricias de sus dueños.
“Ellos manifiestan gusto al levantar la cola o ronronear, o buscando la compañía cuando las caricias les parecen agradaEn cambio, cuando la cola está moviéndose bruscamente o golpeando constantemente o si las orejas se encuentran hacia atrás, son señales de que tu gato no la está pasando bien”, advierte.
POSTURAS Y SIGNOS DE RECHAZO
La especialista asegura que es muy importante prestar atención al comportamiento de un gato. Ellos tienen una serie de posturas corporales, expresiones faciales y posiciones de la cola para comunicarse con otros gatos. Identificar estas posturas permitirá que la persona conozca y recompense una conducta tranquila del felino, o cuando se detecta una conducta de temor, podemos impedir que esto continúe.
Por otro lado, los signos de rechazo o tensión que debemos de tomar en cuenta van desde vocalizaciones (maullidos largos), posiciones de encorvamiento, orejas hacia atrás, bufar o sisar. “Usualmente esas son advertencias de que no le agrada lo que estamos haciendo y si no hacemos caso, puede morder o arañar. Es importante respetar sus límites, aunque esto suponga admirar su belleza desde lejos”, concluye.
Los cambios en el futbol mexicano, abolición del descenso y supresión de la promoción; además de la inminente mudanza de Monarcas Morelia a Mazatlán, simplemente no ayudan a la credibilidad del circuito y de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), a decir de Gabriel “El Místico” Pereyra.
El exfutbolista de Monarcas, y hoy entrenador, aseguró no entender cómo de un día a otro, un equipo arraigado e identificado a una aplaza pierde el valor de sus colores, tal y como le sucederá al conjunto purépecha en próximas horas, o tal y como le sucedió a clubes como La Piedad o Lobos BUAP.
“En este futbol dejamos de ser creíbles. Estamos engañando a la gente, porque el esfuerzo que haces por lograr identidad con la gente se pierde, porque mi playera ya no sirve más y los colores ya no existen de un día a otro”, apuntó.
Con estos movimientos, la Liga MX y la FMF corren el riesgo de perder “la atención y el respeto” de los aficionados y del mundo del futbol.
“No entiendo cuál es la postura de la Federación para permitir estas cosas. Un día se dice que no va a ver multipropiedad, y hoy hay más; un día se dice que no habrá más extranjeros, y hoy hay más extranjeros. Entonces se deja de ser creíble y quien pierde eso, deja de llamar la atención y pierde el respeto”, puntualizó.
Respecto a la supresión del descenso/ ascenso, juzgó “no era el momento idóneo para dar esa noticia, pues varios equipos en medio de la pandemia, acabaron por dejar de pagar a sus futbolistas”.
Además, aplaudió la decisión de los Leones Negros de la Udeg, Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y Venados de Mérida por acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS por sus siglas en francés) para reclamar su derecho a ascender, pues eso les prometieron en el arranque del ciclo o curso futbolístico 2019-2020.
“Hay tres equipos que están juicio porque no están de acuerdo, porque invirtieron por algo que se les prometió y hoy no sirve para nada, entonces hay un fraude, una estafa”, arremetió.
Pereyra emprendió una carrera como entrenador, tras finalizar su carrera como futbolista en el 2012, gozando de sus primeras oportunidades dentro del Ascenso.
EN MÉXICO, Gabriel Pereyra les profesa cariño a tres clubes: Cruz Azul, Atlante y Puebla de La Franja. Cruz Azul lo trajo a México; los Potros lo consagraron campeón; y con Puebla la afición lo adoptó