Temen perder el durazno en Chiautzingo
TRAS CUARENTENA Los productores esperan vender en los mercados de Huejotzingo y Texmelucan al terminar la cuarentena
Productores de durazno en Chiautzingo esperan comercializar su cosecha durante junio y julio en los mercados de Texmelucan y Huejotzingo, así como salir a las calles y casas a vender sus productos, puesto que aún continuarán acciones preventivas ante el Covid-19 y la economía familiar debilitada.
Actualmente de los 200 ejidatarios de Chiautzingo, el 50 por ciento desde hace dos décadas se dedicaron a la producción de durazno, pero con el paso del tiempo, las malas cosechas, los altos precios de los agroquímicos y fertilizantes, así como la falta de apoyos poco a poco ha disminuido el número de productores, al grado de que actualmente solo son 40 y 250 hectáreas.
De acuerdo con Juan Osorio Jiménez, fruticultor de Chiautzingo, cosecha media hectárea de árboles frutales de la variedad diamante y oro azteca, y espera recoger alrededor de 10 toneladas de durazno, mientras quienes tienen una hectárea recogerán 20 toneladas de fruta, la cual se comercializa en su mayor cantidad en los mercados locales, así como hay quienes se trasladan a las comunidades aledañas a ofrecerla casa por casa o en las plazuelas.
Mientras que Esteban Pérez Cabello, fruticultor de Zecalacoayan, es en el mes de junio y julio, cuando recoge el durazno, que vende por cubetas de 10, 20, 30, 50 y 80 pesos, de acuerdo con el tamaño y calidad del producto, en las calles, casa por casa y mercado chicos, mientras que algunos productores se unen para vender por caja en los mercados grandes entre 120 a 200 pesos. Los ingresos son para gasto familiar, ahorro y pago de deudas.