AFICIONADOS PROTESTAN EN EL MORELOS POR LA MUDANZA A MAZATLÁN
CAMIONES DE MUDANZA LLEGARON AL COLOSO DEL QUINCEO PARA COMENZAR EL TRASLADO A MAZATLAN
Es muy probable que las mañanitas no suenen el próximo jueves en la capital michoacana y sí lo hagan las famosas golondrinas por un posible adiós. Monarcas Morelia no llegará a los 70 años de vida, su mudanza al bello puerto de Mazatlán es inminente y no podrán cantarle el feliz cumpleaños a su pasión
Ayer por la tarde, una decena de camiones de mudanza llegaron al estadio Morelos para llevarse el mobiliario del club, situación por la que los aficionados del club se manifestaron a las afueras del inmueble con la demanda de que los trofeos y reconocimientos se queden.
Fue muy temprano cuando los automotores arribaron al inmueble y, al enterarse, los aficionados corrieron en búsqueda de evitar, al menos de alguna manera, la salida del inmobiliario del club rumbo a su nuevo destino, la ciudad de Mazatlán, Sinaloa.
Varios camiones se ubicaron en la zona en la que los jugadores dejaban sus autos. Algunos trabajadores se observaron a lo lejos, con trabajos de movilización.
Los hinchas del club de todas las edades, dejaron claro su descontento ante la falta de información ofrecida por los dueños del equipo y se hicieron sentir en las entradas del recinto.
El protocolo a seguir fue claro: en cuanto los camiones de mudanza estuvieran por abandonar el Morelos, solicitarán que los dejen ingresar para asegurarse de que los trofeos se encuentran en el lugar y posteriormente dejarán salir a los vehículos.
El grupo de fanáticos de Monarcas Morelia que llegó al coloso del Quinceo con la camiseta bien puesta, llevó de una manta con la leyenda: “La pasión no se vende, no se cambia. Morelia no mueve masas, solo corazones”, misma que colgaron en la entrada VIP al estacionamiento, misma zona por la que tendrían que salir los camiones de mudanza. Algunos de los seguidores se subieron a la reja de acceso para colgar la manta, ante la solicitud de los elementos de seguridad privada de bajarse de la misma.
Los fanáticos solamente colocaron la tela y descendieron, al tiempo que le desearon al oficial que no perdiera su empleo con el cambio de sede de la institución, pues no sólo los amantes de los colores rojiamarillos se quedarán sin su equipo, el grupo de seguridad, probablemente, tendrá que buscar trabajo en otro lado.
El tema se alargó durante varias horas. Ni los camiones ni los aficionados se movieron. Todo se mantuvo en calma, pero seguramente la partida y anuncio oficial del adiós, se dará en las próximas horas. El cumpleaños purépecha será el jueves, aunque, probablemente, el equipo ya no exista para esos días. Una historia más de decepción para la historia del futbol mexicano.