Del insomnio
La falta de un descanso adecuado por la noche puede deberse a que tu cerebro transmite una idea de peligro
Una de las principales necesidades de nuestro cuerpo para estar bien, sanos y rendir durante el día, además de por supuesto beber líquidos y respirar, es el dormir bien. Cuando no podemos descansar adecuadamente durante la noche sentimos una pesadez que tarda varias horas en disiparse y eso es algo que la mayoría hemos experimentado en estas últimas semanas debido al cambio de horario.
Pero, aparte de este cambio en nuestros hábitos que naturalmente ocasiona esta falta de descanso, existe un tipo de insomnio que puede deberse a razones emocionales. Desde la descodificación biológica Ángeles Wolder, experta en el tema, explica el origen de estos problemas del sueño causados por un evento inesperado o traumático que no ha sido expresado y deja una emoción encerrada en nuestro cuerpo; al quedar bloqueada, esta busca expresarse a través de síntomas, enfermedades en el cuerpo y también en comportamientos.
EL CICLO DEL SUEÑO
Para empezar la especialista explica el ciclo natural de actividad y reposo, que va de la mano de la luz del día: a mayor luz, mayor actividad, y a menor intensidad de luz se produce un descenso progresivo de la energía y de la capacidad de acción, dando lugar a la recuperación natural de lo gastado durante el día. En el tiempo de sueño se descansa a nivel mental, y por supuesto físico”.
Añade que, cuando seguimos el ciclo natural, el día comienza al amanecer y acaba al atardecer, pero los humanos hemos encontrado que, mediante la luz artificial podemos continuar con nuestras actividades hasta más tarde del inicio del crepúsculo. Seguimos en esta acción “antinatural” cuando ya hay oscuridad.
“El descenso de luz produce la activación de la glándula pineal encargada de regular el mecanismo del sueño, la cual secreta la hormona melatonina, encargada de regular los ritmos circadianos. Se ha observado que las personas que presentan trastornos del sueño tienen niveles más bajos de melatonina”, asegura.
Al activarse esta glándula pineal ocurre una inhibición de nuestras funciones y el resultado es que sentimos un profundo cansancio, que nos ayuda a tener una desactivación mental y física, para comenzar con la aparición de ganas de descansar y dormir, expone Wolder.
“La felicidad
Algunos pensamientos
para mí consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia”: Françoise Sagan
son demasiado odiosos para dormir. Se mantienen despiertos toda la noche y se convierten en obsesiones”: Marty Rubin
CUANDO SURGEN LOS TRASTORNOS
¿Qué pasa en el cuerpo si nuestra actividad cerebral inconsciente nos dice que tenemos que permanecer despiertos y tomamos pastillas para dormir? Si nuestro organismo pide una cosa, pero nosotros le damos otra, entonces interferimos con el propio ritmo natural, afirma Ángeles.
La fundadora de la Escuela de Descodificación Biológica Original indica que los trastornos del sueño se pueden dividir en distintas etapas según el momento de aparición. La primera ocurre cuando se inicia el cansancio; en este momento, la musculatura comienza a aflojarse y, por ejemplo, los párpados se sienten cansados e incluso descienden hasta tapar los ojos. Es una fase donde algunos nervios llegan a un periodo de excitabilidad.
“Si la persona va a dormir y hay estrés activo, es decir, lo contrario de la relajación, puede ocurrir que se duerma profundamente y se despierte después de dos o tres horas. O que no consiga conciliar el sueño, aunque se sienta muy cansada. En este caso, decimos que la persona está en fase activa, de estrés, y su cerebro le está transmitiendo la idea de peligro.
“En esta fase, si la persona no consigue dormir o se despierta, será con ideas que pueden ser preocupaciones: podría tener pensamientos conflictivos obsesivos y aparecer un aumento de presión. Algunos, al despertarse, suelen contar ovejas, nubes en el cielo o se levantan sin permitir la recuperación de cuerpo o mente. También se siente frío y poco apetito”, comenta.