La casa de Ramos Arizpe
Conoce la historia de la casona ubicada en la 5 Poniente número 317, que ha sido restaurada por la BUAP
Hola queridos lectores, como cada sábado les agradezco que me abran las puertas de sus hogares en este ya muy loco mes de abril, amanecemos con calores tremendos y al atardecer se aparecen amenazas de lluvia, ¿qué les parece? En esta ocasión escribo una agradable noticia para nosotros los amantes del patrimonio poblano.
Caminando por la calle de Ramos Arizpe, la actual
5 Poniente, entre la 3 y la 5
Sur, me encuentro con una agradable sorpresa: la reconstrucción de una enorme y bella casona virreinal y, para completar esta noticia, me entero de que es otra obra de rescate arquitectónico a manos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en el número 317.
Al andar por la acera sur de esta calle noto que el zaguán de la casa está abierto y presto me introduzco para conocer su interior. Los empleados, muy amables, me muestran el progreso de la remodelación de la casona y me platican que ya es propiedad de la BUAP.
Un servidor ya tenía conocimiento de esta casa desde hace muchísimos años, pues parte de mi familia de generaciones anteriores habitaron la casa de enfrente, cuando era sede del sindicato de panaderos de la ciudad, allá por el año de 1973; ya en los años ochenta la casa estuvo ocupada por un partido político setentero, ya desaparecido y a partir de ahí, la casa estuvo rentada a familias de distintos estratos sociales.
Pero antes de que iniciara este periodo de contingencia para los poblanos, la casa es adjudicada a la universidad y a pesar de la situación que estamos atravesando, la institución nunca se detuvo en su afán de restaurar este caserón, ¡y vaya que lo logró!
Acerca de la historia de esta casa no existen muchos datos, el más cercano nos indica que fue propiedad del político José Miguel Ramos Arizpe (1775-1843) y de su sobrino Francisco Ibarra y Ramos, aunque concretamente no existe dato que muestre que este predio es exactamente el referido en crónicas, sí se entiende, porque estas mismas indican que todas las primeras seis casas de esta acera, desde la actual 3 Sur y hasta los predios que hoy son estacionamientos, son los señalados en los mismos.
ACERCA DEL DUEÑO
José Miguel Ramos Arizpe fue canónigo de la iglesia católica, estudia en el seminario de Monterrey y se ordena como sacerdote en el año de 1803; para representar a la iglesia se involucra en la política de su estado natal, Coahuila, logrando altos cargos, el principal como diputado, pero en 1814 los políticos liberales destituyen a él y a todos los de su línea conservadora eclesiástica.
Es encarcelado por un periodo de veinte meses, después de los cuales es desterrado a Cádiz y después de terminado el movimiento de independencia de México regresa a ocupar el cargo de ministro en el primer congreso constituyente de México; en 1830 fungió como ministro de justicia y negocios, representando los intereses de la iglesia en el nuevo gobierno independiente; en 1831, es ordenado Deán de la Catedral de Puebla, ciudad donde reside hasta que se retira de esta vida en abril de 1843, deduciéndose que termina sus días en esta casa.
HISTORIA DE LA CASA
Originalmente a esta calle se le llamó Alonso Valiente, en honor a un prominente vecino que habito en ella; después se le conoció como cerrada de San Agustín, pues la calle terminaba exactamente en la actual 5 Sur y estos eran terrenos de la huerta del monasterio de San Agustín.
Se abre la calle al tránsito hasta el año de 1867, cuando a iniciativa del sobrino de Miguel Ramos Arizpe, Francisco Ibarra y Ramos, se le cambia por el nombre de su tío. De los dueños siguientes se pierde la huella en el tiempo, el último dato es que la casa queda intestada desde el año de 1978 y al no tener conocimiento de un dueño legitimo alguno, después de 40 años de litigio se le otorga a la universidad en el año 2018. Nuevamente la BUAP lo hace y recupera otra casona más para deleite de los poblanos.
¡Gracias BUAP! por demostrarnos que administras correctamente el dinero de los contribuyentes poblanos, así sí da gusto pagar nuestras contribuciones.
Nos leemos el próximo sábado.