En la antesala del título
UN NUEVO FRACASO, PESE A LA GRAN INVERSIÓN QUE HICIERON; TIGRES AVANZÓ A SEMIS
La Máquina ganó, llegó a nueve partidos sin perder en el Volcán, pero de nada sirvió. La posición en la tabla y sus últimos resultados en fase regular finalmente le cobraron factura. Cruz Azul una vez más no supo qué hacer con un hombre de más por más de 45 minutos, y aunque estuvo cerca, Tigres se salvó con un par de postes y terminó por acceder a la semifinal. Los cementeros no lo lograron y están fuera debido al 11 en el global, pese a que inicios del torneo se reforzaron en todas sus filas para triunfar y evitar los fracasos, pero nuevamente se gestó uno más.
Cruz Azul tomó la posesión, era el obligado.la insistencia capitalina tuvo su recompensa y fue gracias a un error de un viejo conocido para la institución. El canterano de los cementeros, Javier Aquino, se confió de más y perdió el balón. Santiago Giménez presionó y Tabó apareció en el área. El atacante, con ese olfato goleador, se adelantó a la zaga universitaria y prendió la redonda con
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San Nicolás de los Garza.
Las semifinales quedaron definidas y los cuatro equipos que terminaron en la parte alta de la tabla las disputarán, pues dieron cuenta de sus respectivos rivales. rencor justo rumbo a la red. El portero Nahuel Guzmán no pudo hacer nada.
Una posible voltereta tomó cierto sentido. El Volcán enmudeció, a Tigres se le vio desconcertado, no se esperaba algo así. El ambiente se volvió tenso mientras Reynoso tomaba apunte tras apunte y Herrera hacía rabietas en un palco del inmueble.
Los últimos minutos del primer tiempo fueron de alarido. Sebastián Jurado salvó
La Máquina no pudo contar con Charly Rodríguez; a pesar de que realizó el viaje a Monterrey, no fue considerado por Reynoso.
EXTRAÑARON A CHARLY
su meta a disparo de Vigón, Uriel Antuna lo intentó de chilena y Gignac luchó con fiereza, pero el marcador no se movió. El único rubro que se movió fue el de las expulsiones. El estratega de La Máquina cortó un saque de banda y vio la tarjeta roja. También Aquino, con su segunda equivocación del encuentro, dejó a su equipo con diez.
La esperanza azul renació y estuvo más latente que en toda la serie. Los azules tenían 45 minutos por delante para encontrar un sólo gol que los pusiera en la antesala de la final. Los felinos sólo tenían que aguantar lo más que pudieran. Giménez pudo concretarlo. El Bebote se encontró un balón, pero el poste izquierdo salvó a Tigres. El Patón desvió lo mínimo, y fue suficiente. Iván Morales ingresó, La Máquina tuvo enfrente a dos delanteros nominales por primera vez, pero el balón no quiso entrar. Precisamente el Tanque chileno tuvo otra posibilidad de herir al felino, misma jugada y el poste de nuevo dijo que no.