N embargo se mueve
ser ese rincón bohemio en el que creció para convertirse en “territorio comanche”, donde conviven coreanos, tables dance, narcos, galerías y cafés hipsters por igual.
A 25 años de comenzar su faceta de empresario, actualmente Tito mantiene abiertos tres centros nocturnos ahí: El Cabaretito Fusión, el Cabaretito Punto y Aparte y El Taller, donde su obsesión por la comedia acompañada de la bebida y la comida continúan vigentes.
Para él, los Cabaretitos siempre han representado un lugar seguro para los diferentes, pero sobre todo, un centro de la “diversión democrática”, donde todo aquel que tenga para pagar una cerveza puede pasar un buen rato sin las constricciones de etiqueta y presupuesto que la industria del entretenimiento actual exigen.
“David (su esposo) y yo decidimos que íbamos a abrirle un espacio a esos