La residencia de los obispos
Visita esta hermosa casona antigua, hoy bellamente restaurada y convertida en el Museo del Virreinato
Hola queridos lectores, gracias por abrirme las puertas de sus hogares en este muy caluroso sábado de mayo. En esta ocasión les voy a narrar la historia de otra exquisita mansión de nuestra Puebla colonial, la casa residencia sede de los obispos, localizada en la Antigua Calle del Obispo, hoy en día la 5 Poniente, en el número 109, donde actualmente es el Museo del Virreinato.
Esta casa en algún tiempo estuvo conectada con la enorme mansión de la Casa del Deán, que estaba sobre la actual 16 de Septiembre esquina con la 7 Poniente. Fue construida aproximadamente el año 1890, aunque ya se tiene el antecedente de una anterior, la cual fue demolida para construir la actual, de la cual se tiene fecha de construcción en el año de 1620, desde entonces ya dedicada a ser casa de los obispos de la Catedral.
Para la fecha de la construcción de la actual casa ya se tenía el antecedente de que a la calle se le llamaba calle del obispado y era muy distinta a lo que fue la Casa del Deán;.
Este último era un sacerdote encargado de administrar un número asignado de parroquias, generalmente diez, pero también era el, digamos, encargado del mantenimiento de los inmuebles eclesiásticos. En cambio, el obispado ya era un cargo religioso, muy distinto al del deán. El deán y el obispo tenían sus residencias aparte, como quien dice juntos, pero no revueltos.
EL MUSEO ACTUAL
Actualmente la casa ya no es residencia episcopal, pero alberga el museo de reliquias de la iglesia de la época del virreinato. Está bellamente restaurada, muestra el mismo patrón que yo he tenido de conocer en varias casonas de la época juarista, digamos de los años 1860 a los años veinte del siguiente siglo.
Casona de dos patios, el primero con arcadas en sus pasillos superiores, su clásica escalera monumental, sus habitaciones mostrando el mismo patrón de la época, la sala de estar con vista y balconería a la calle, el comedor y las cocinas al lado opuesto del primer patio, su cocina de humo, y además una bella escalinata de madera con forma de caracol que comunica al mirador.
Toda la casa muestra muebles de la época, todos muy bien conservados, sala de bejuco, silla mecedora, su comedor en madera tallada, burós y roperos de la época, en un estado de conservación que los muestran como si fueran nuevos.
Querido lector, gracias a que ya terminó esta contingencia sanitaria hoy es posible el visitar este bello museo. Te invito a que, en la primera oportunidad que tengas, te des una vuelta y pases a conocerlo.
Soy Jorge Eduardo Zamora Martínez, el Barón Rojo. Nos leemos la próxima semana. Whatsapp: 22 14 15 85 38 Facebook: Eduardo Zamora Martínez