Un viaje a la IMAGINACIÓN
Elefantes, camellos o platillos voladores son algunas de las figuras que podrás encontrar en este destino natural
ZACATLÁN, Puebla.- Pulidas por el tiempo, el viento y la lluvia, las más de 240 formaciones rocosas que dan forma a las más de 300 hectáreas del Valle de Piedras Encimadas, no solo son un contacto con la naturaleza, también son un viaje a la imaginación.
Ubicado a unos 23 kilómetros de la cabecera municipal, este valle ha ido ampliando la prestación de servicios turísticos desde que fue promocionado, en la década de los 80 del siglo pasado, en comerciales que le dieron renombre nacional.
Hoy tiene más de 10 actividades, todas ellas familiares, que – en resumen – permiten ciclismo de montaña, la visita a un pequeño zoológico, la zona gastronómica, la tirolesa y su circuito – de más de 600 metros – y otras actividades que se pueden desarrollar desde las 9:00 de la mañana, hora en la que se abre el parque, hasta las 5:00 de la tarde (en invierno) o una hora más tarde en verano.
Tiene un espacio para la organización de campamentos que cuenta entre su reglamento con el respeto al lugar, no extraer ningún tipo de flora o fauna, no consumir ni estupefacientes ni bebidas alcohólicas, mucho menos fumar. Dentro del parque tampoco se permite la entrada de vehículos, a excepción de quienes irán a la zona de campamentos o que tengan alguna discapacidad.
Los ríos, la zona boscosa y las formaciones rocosas que, en promedio, llegan a medir 10 metros de altura, aunque las más grandes miden casi el doble. El valle completo tiene una extensión de 2 mil hectáreas, que son propiedad del gobierno municipal, aunque solamente 300 están abiertas a las actividades turísticas.
LA HISTORIA DE LA TIERRA
Los estudios geológicos indican que la creación de este lugar se debió a un conjunto de sucesos geológicos y climatológicos, que han ocurrido desde hace millones de años, entre ellos el viento, el agua, la humedad y las reacciones químicas, que fueron tallando esas formaciones monumentales de piedra caliza, que se presumen de origen marino, aunque versiones señalan que pueden deberse a actividad volcánica.
Lo que sí se tiene claro es que su formación empezó hace unos 65 millones de años, de ahí que también estemos ante un retrato de la historia de la tierra, que está abierta desde 2002, año en el que el gobierno municipal adquirió 200 hectáreas de terrenos ejidales y particulares y que con el paso de los años lograron sumar otras 100.
USA TU IMAGINACIÓN
En el lugar hay guías, cada uno de ellos se encarga de ayudar a hacer volar la imaginación, al hacernos ver figuras de elefantes, camellos, platillos voladores, incluso, algunas veces acompañadas por leyendas como la del fraile, que según relatos locales se enamoró de una nativa de Zacatlán a quien veía cada noche. Un pacto con el diablo le hizo firmar que podía ver a la mujer mientras los rayos del sol no lo alcanzaran, lo que ocurrió y lo convirtió en una de las formaciones rocosas.
CÓMO LLEGAR
Desde la ciudad de Puebla toma la carretera federal 119, en dirección a Zacatlán; una vez ahí, hay que seguir por la carretera 119 con dirección a Zacatlán hasta el punto conocido como Camotepec, comunidad que – desde 2018 – se convirtió en junta auxiliar que alberga a este destino turístico.
Ahora bien, si viajas en transporte público es necesario tomar desde la Central de Autobuses de Puebla la ruta que va directamente a Zacatlán. Ya en Zacatlán debes ir a la base donde salen los microbuses que llevan a este valle y que salen cada hora, en punto. El recorrido es de aproximadamente una hora.