EU decretará emergencia de salud pública
Presidente ordena revisar competencias para revertir fallo de la Suprema Corte
WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer que ha pedido a su gobierno que considere si tiene competencias para declarar una emergencia de salud pública relacionada con el aborto a raíz de la decisión de la Corte Suprema de anular el caso Roe contra Wade.
Los comentarios los hizo después de que firmó el viernes un decreto para facilitar el acceso a los servicios de interrupción del embarazo.
Biden, un demócrata, ha estado bajo la presión de su propio partido para que actúe tras la histórica decisión del mes pasado que anuló el falló de Roe v. Wade, el protegió durante 50 años los derechos reproductivos de las mujeres.
Biden instó a los electores, sobre a todo las mujeres, a votar masivamente en las próximas elecciones legislativas de medio mandato para contrarrestar a una Corte Suprema “fuera de control” y las iniciativas “extremistas”.
“Por el amor de Dios, hay elecciones en noviembre, ¡voten, voten, voten!”, reclamó el presidente en un breve y duro discurso en la Casa Blanca el fin de semana.
Esta intervención, cuyo pretexto era la firma de un decreto sobre una serie de medidas regulatorias de alcance muy limitado, era sobre todo para Biden un intento de afianzarse ante las insistentes críticas en sus propias filas.
Muchos demócratas y activistas creen que el presidente y su gobierno, que parecieron desconcertados el 24 de junio por la decisión predecible de la Corte Suprema contra el derecho al aborto, deberían hacer más o al menos ser políticamente más agresivos.
Biden dijo que estaba convencido de que un “número récord” de mujeres estadounidenses votará en las elecciones de noviembre para renovar el Congreso. “Esta es la forma más rápida” de restaurar el derecho al aborto en todo el país, a través de una ley federal, sostuvo.
Después del fallo de la Corte Suprema, siete estados conservadores prohibieron el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y es probable que muchos otros sigan sus pasos.
En el discurso, Biden arremetió contra una Corte Suprema “fuera de control”, que acabó con el derecho constitucional al aborto que tenían todos los estadounidenses desde 1973, y contra las posiciones “extremistas” del Partido Republicano.
Si los republicanos ganan las elecciones y aprueban una ley que prohíba el aborto en todo el país, el presidente demócrata prometió que opondrá su veto.
“Ahora es el momento (...) de proteger a la nación de un proyecto extremista”, que también podría poner en tela de juicio el derecho a la anticoncepción o al matrimonio entre personas del mismo sexo, aseveró.
A continuación Biden firmó una orden ejecutiva con una serie de iniciativas para proteger el acceso al aborto, que entre otras, busca “proteger la información sanitaria sensible” y “combatir la vigilancia digital”.
Muchos activistas alertan del peligro que entrañan los datos en línea, desde la geolocalización o las aplicaciones para monitorear los ciclos menstruales, que podrían utilizarse para llevar a juicio a las mujeres que hayan abortado.