Lucha pública por la sucesión
Mario Vargas Saldaña, un experimentado político veracruzano que nació y murió priista y fue en Puebla más de dos veces delegado del Comité Ejecutivo Nacional del Revolucionario Institucional, acompañado de una taza de café y su inseparable cigarrillo me pinto a, quienes tanto conocía: los políticos poblanos:
-Fernando, en este momento están cenando Mariano Piña Olaya, Jorge Murad y el Gordo Ángel Aceves Saucedo (aspirantes a suceder en la gubernatura a Guillermo Jiménez Morales en 1986)- confió.
-Seguramente, agregó, se están abrazando y dando de besos, destacando sus virtudes, pero en realidad se están dando golpes debajo de la mesa. Así son los políticos poblanos, en público socialmente correctos y están dispuestos a sacarse los ojos, aunque luzcan una sonrisa- explicó.
Don Mario no se equivocaba, la disputa por la candidatura del PRI al gobierno del estado siempre se dio en medio de confrontaciones soterradas entre los candidatos y quienes los apoyaban, empezando por los mandatarios estatales, y al final con abrazos en torno al “candidato de unidad” que escuchaba las “palabras mayores” del presidente de la República en turno.
Para 2024, la competencia intensa no cambiará, lo que se modifican son las formas, porque hoy la disputa es pública y llegará hasta donde los protagonistas tengan elementos para hacerlo y con uno de ellos con la nominación en la bolsa.
En Morena, un ejemplo de ello, fueron los escarceos entre el diputado federal Ignacio Mier Velazco y el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, por la difusión del Informe anual que rendirá el legislador mañana en un centro social de la Recta a Cholula.
En su calidad de coordinador de los diputados federales morenistas, Mier decidió rendir su informe anual, al que está obligado, en Puebla y sumarlo a su informe como diputado por la circunscripción a la que pertenece el estado.
Con base en reglamentos, que en su momento entraron en vigor cuando el legislador era secretario general del Ayuntamiento poblano, el alcalde dijo que era propaganda que violaba la ley y tuvo como respuesta, en un video, que no era promoción sino información invitando a los poblanos a su Informe, incluso le corrió la cortesía “a mi amigo Eduardo Rivera” para que lo acompañe.
Antes de que termine agosto habrá declaraciones de Mier Velasco en torno a sus aspiraciones a ser el candidato de Morena a la gubernatura, lo que no sucederá este sábado para que no lo acusen del uso de recursos públicos en promoción personal, como le sucedió con la publicidad en casetas y espectaculares.
En 2022 se vive ya la sucesión de 2024, tanto internamente en los partidos para ganar la nominación, como entre los posibles aspirantes, sólo que ahora “las patadas”, que antes eran debajo de la mesa, hoy son públicas y cotidianas.
Nada nuevo para los poblanos y menos en una intensa lucha por el poder.
DE LAS ANÉCDOTAS QUE SE CUENTAN
Ayer falleció el profesor y abogado Marco Antonio Rojas Flores, un político priista que aspiró y jugó con todo para ser candidato a la gubernatura en dos sucesiones: la del doctor Alfredo Toxqui Fernández de Lara y la del laboralista Mariano Piña Olaya.
En ambas tuvo el respaldo de sus jefes, los mandatarios estatales, que hicieron todo lo posible porque el presidente de la República en turno y su partido lo postularan.