Se derrumbó el pitcheo y acabó el sueño verde
El Talón de Aquiles de los Pericos se quebró a la hora cero y allí terminaron las ilusiones de postemporada
El pitcheo, Talón de Aquiles de los Pericos de Puebla durante toda la temporada, terminó a final de cuentas derrumbándose a la hora buena y los Diablos Rojos del México aprovecharon a la perfección para liquidar en cuatro juegos a la novena poblana y avanzar la madrugada del jueves a la final de la zona Sur, donde esperan al ganador de la batalla entre Yucatán y Tigres.
Los Diablos aprovecharon las carencias del cuerpo de abridores y relevistas de los verdes para anotar 57 carreras en las 34 entradas que pasaron a la ofensiva para hacer ver pequeño a un equipo, que llegó al último juego de la temporada regular peleando por la segunda posición de la zona Sur.
La historia terminó de escribirse el jueves a temprana hora en el cuarto de la serie, donde los Escarlatas ganaron 15-5 para mantener su invicto en la postemporada y alargar su racha a 14 triunfos consecutivos, entre las dos últimas series de la campaña regular y las dos primeras de playoffs.
Fue la octava ocasión -siete como Pericosque los Diablos eliminan a una franquicia de Puebla en postemporada, lo que habla claramente de su dominio.
La ofensiva de los Diablos se dio todo un banquete en cada uno de los partidos, comenzaron el sábado en el Alfredo Harp con el triunfo de 10-6, después las palizas de 17-7, 15-8 y 15-5 sentenciaron la barrida.
Desde aquel cuarto juego contra Leones en Mérida que perdieron por pizarra de 1-0 y el quinto donde con dos carreras en la octava los Melenudos le sacaron el juego para regresar a Puebla con ventaja en la serie, el pitcheo verde se borró del mapa.
Pero el derrumbe total comenzó desde ese sexto con Leones donde permitieron 20 anotaciones, y desde allí ya no pudieron levantarse.
Primero porque las carencias surgieron a la luz, y segunda porque los Diablos poseen, como siempre, una de las escuadras más poderosas del beisbol. No por nada es el equipo con más títulos en la historia de la Liga Mexicana.
Los Pericos cerraron perdiendo siete duelos consecutivos, y permitiendo 77 carreras en los últimos cinco juegos, 49 de ellas limpias, a tal grado que colectivamente terminaron como inefectividad de por encima de 10.20. Es decir, más de 10 carreras limpias permitidas por cada nueve entradas, lo que es más que obvio.
A ello hay que agregarle los errores de la defensiva, que los Diablos aprovecharon a la perfección, como sucedió en ese cuarto juego que comenzó el miércoles 20 minutos antes de las 10 de la noche -por la lluvia-, y donde abriendo el segundo rollo, Kurt Heyer se pasó de largo sin pisar la inicial a la hora de asistir después del lance del inicialista, Armando Aguilar a batazo de Gamboa.
Allí Diablos dio el primer golpe con tres carreras inmerecidas que abrió las puertas para dar el tiro de gracia a los verdes.
Todo aunado a que Alejandro Mejía fue sometido por el pitcheo rojo, y Danny Ortiz despertó demasiado tarde con la majagua.
Del trabajo de Willy Romero no quedan dudas. Firmó la mejor campaña de los Pericos en las últimas tres temporadas del circuito, incluso, haciendo más de lo que se esperaba con lo que tenía.
Se pudo equivocar muchas veces, pero también sus aciertos permitieron a los verdes pelear en las alturas en campaña regular y situarse entre los tres mejores del Sur.
Del pitcheo ya tendrá su conclusión para quedarse con lo poco y mucho que haya de calidad y comenzar una reestructuración total, llevándose, incluso, por delante a sus paisanos, que terminaron quedando a deber.
La directiva comenzó a trabajar desde ya, porque la tarea ahora es mantener la misma base ofensiva y defensiva, y buscar armar un cuerpo de pitcheo, a la altura de los que ha tenido Puebla a lo largo de su historia, muy a sabiendas de que, en los tiempos actuales, por la fuga de talento mexicano a Estados Unidos, cada día es más difícil conseguir esos serpentineros como esos grandes “caballos” del pasado, de los que Puebla tuvo a montones..