Colombiano narra montaje de su captura
El narco Harold Poveda, socio de los Beltrán Leyva, testificó contra el exsecretario de Seguridad Pública
El Conejo,
POVEDA CONTÓ que durante el aseguramiento de una de sus propiedades en el Desierto de los Leones, pagó un soborno de 500 mil dólares para liberar a sus familiares
CDMX. El narcotraficante colombiano Harold Poveda, conocido como El Conejo, narró ayer, durante el juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, que su detención en 2010 consistió en un “montaje” de la Policía Federal.
El Conejo identificado como uno de los mayores proveedores de cocaína para la organización dirigida por los hermanos Beltrán Leyva, contó en la Corte de Nueva York que su detención ocurrió un día antes de ser dada a conocer oficialmente por la agencia subordinada a García Luna.
En su testimonio, Poveda narró que fue detenido el 4 de noviembre de 2010 pero contrario a lo que marca la ley no fue sino hasta el día siguiente, el 5, cuando fue presentado públicamente y llevado ante la Procuraduría General de la República para que rindiera su declaración.
Antes, según platicó, los agentes federales lo trasladaron con los ojos vendados a un inmueble en el que lo torturaron con choques eléctricos y golpes para que confesara en qué lugar resguardaba sus bienes y dónde se encontraban sus propiedades, las cuales finalmente fueron saqueadas por la Policía Federal.
En medio de la supuesta tortura, relató El Conejo, que los elementos le hicieron tocar con sus manos cartuchos, armas de fuego y un paquete de cocaína para que sus huellas quedaran registradas en los objetos y así estas pudieran ser presentados como evidencia.
Posteriormente, contó que le hicieron grabar un video bajo amenaza, en el que tuvo que reconocer que era un traficante de droga al servicio de El Capo, y no de los Beltrán Leyva, organización que para entonces ya había sufrido el abatimiento de El Barbas en un operativo en Morelos.
Harold Poveda, uno de los dos testigos que participaron en el juicio en contra de Genaro García Luna por delitos relacionados con el narcotráfico, contó que durante el operativo que terminó en el aseguramiento de una de sus propiedades en el Desierto de los Leones, en la Ciudad de México, pagó un soborno de 500 mil dólares para que dejaran en libertad a dos de sus familiares.
Su testimonio destacó frente al resto no por dar detalles de los presuntos nexos del encargado de la estrategia de seguridad en el gobierno de Felipe Calderón, sino por la capacidad que tuvo de hacer reír al jurado y a los presentes en la sala en más de una ocasión.