Equipos quedaron vestidos y alborotados
Aunque la sombra de un eventual retiro siempre estuvo presente, las facultades de Tom Brady para liderar una ofensiva pese a sus 45 años hacían pensar que el mariscal de campo podía buscar una nueva aventura en la NFL. El ahora ex mariscal de campo de los Buccaneers finalizó la campaña con 4 mil 694 yardas y 25 touchdowns, es decir, números que si bien tuvieron un decremento, sobre todo en cuanto a anotaciones, se mantenían dentro de la élite.
El legendario quarterback estaba por convertirse en agente libre por segunda ocasión en su carrera. Aunque un regreso a los Buccaneers estaba en el panorama, rumores apuntaban a que Brady estaba dispuesto a buscar una nueva aventura. Tres equipos surgieron como los principales interesados: Dolphins, Raiders y en las últimas horas los 49ers.
Según algunos reportes, la dolorosa eliminación de San Francisco en manos de Philadelphia abría una posibilidad para que Brady cumpliera su sueño de niño. El panorama estaba puesto, una última campaña, con el equipo de sus sueños, como el mentor del novato Brock Purdy, lesionado del codo de lanzar y con una larga recuperación a cuestas, pero no fue posible.
Poco antes los Dolphins parecían posicionarse como los primeros en la carrera, incluso se le vio a Brady en Miami buscando escuela para sus hijos. La situación médica de Tua habría obligado al coach Mcdaniel a explorar el mercado y el veterano quarterback fungía como una opción interesante.
También se habló de los Raiders, por la excelente relación que llevan Brady y Josh Mcdaniels, cultivada en sus tiempos de los Patriots, cuando quarterback y coordinador ofensivo marcaron una época.