La Constitución
En el acto de celebración del aniversario 106 de la promulgación de la Constitución de 1917 en Querétaro y debido a la expectativa de las diferencias entre los poderes Ejecutivo y Judicial, el discurso del morenista poblano Alejandro Armenta Mier, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, pasó casi inadvertido para muchos medios de comunicación.
Fueron objeto de los reflectores mediáticos, el discurso del Presidente Andrés Manuel López Obrador quien pidió abolir las reformas neoliberales; la actitud de independencia de la Ministra Norma Piña, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el discurso opositor del Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el panista Santiago Creel.
En su turno, Alejandro Armenta, afirmó que las reformas que se han aprobado desde 2018, con el Gobierno de la Cuarta Transformación (4T), buscan eliminar el presidencialismo abusivo y materializar la separación del poder económico del poder político.
En el Teatro de la República de la ciudad de Querétaro, el Senador de la República enfatizó que los ciudadanos exigen sensatez e institucionalidad a todas las autoridades, instituciones, representantes y entes autónomos del Estado, para recuperar a la nación y lograr una justa distribución de la riqueza.
Dijo que los cambios impulsados por la 4T han sentado las bases jurídicas para la prosperidad y bienestar del mexicano y subrayó que la separación del Estado y la Iglesia fue tan importante en 1917, como hoy es la separación del poder económico y del poder político, que impulsa este Gobierno.
En breve, agregó, México alcanzará la soberanía energética, para poder aspirar a la soberanía financiera, a fin de que el sueño mexicano de lograr la distribución justa de la riqueza, se perciba en los hogares del país, pues esa es la esencia concreta que inspiró a los fundadores de la patria y a los reformadores de las instituciones.
Recordó que la Constitución de 1917 incluyó por primera vez en su texto los derechos a la educación, al trabajo, a la seguridad social, a la tierra y que los sentimientos sociales de esa etapa revolucionaria quedaron plasmados en ese año en la Constitución.
Agregó que, en ese entonces, todos los constituyentes eran hombres, pero hoy es una realidad la paridad de género y se avanza.
Las reformas constitucionales que se han aprobado en los últimos cuatro años, subrayó Armenta, son el reflejo del humanismo mexicano que caracteriza esta etapa transformadora y buscan eliminar el presidencialismo abusivo y materializar la separación del poder económico del poder político.
Por ello, aprobamos la reforma al Artículo 19 de la Constitución, para declarar como delito grave el fraude electoral, la corrupción y el robo de hidrocarburos, sinónimos de la corrupción del régimen presidencial.
Además, el Congreso avaló la Ley de Extinción de Dominio; una legislación contra las empresas fantasmas y la facturación falsa, que fueron la base del saqueo fiscal a la patria, que tanto llena de indignación a la población.
El Congreso aprobó la Ley de Austeridad Republicana, un reclamo de los mexicanos; una nueva Reforma Educativa; la Ley de Economía Circular para proteger la vida del planeta y creó la Guardia Nacional.
Además, se reformó la Ley General de Salud respecto al etiquetado nutricional, pues México es el primer país en el mundo con obesidad infantil, el segundo lugar en obesidad en adultos mayores y la diabetes mellitus es la segunda causa de muerte.
También se modificaron artículos constitucionales para implantar la revocación del mandato, porque el pueblo pone y quita; para convertir las dádivas en derechos a favor de los adultos mayores, las personas con discapacidad y los jóvenes.
De esta manera, finalizó Alejandro Armenta, el humanismo mexicano, expresado por el Ejecutivo Federal es un concepto válido, sustentado en la razón jurídica y en la esencia de estas modificaciones que se han en favor del pueblo mexicano.