Familia Romero vivió horas de mucha angustia
El papá de la medallista en TKD dice volvió a la tranquilidad cuando escuchó el mensaje de voz de su hija
Nada más al conocer la noticia sobre lo ocurrido en Turquía, a donde su hija Claudia Romero Rodríguez asistió a una prueba con el fin de mantenerse dentro del top seis de la clasificación mundial y a Zoilo Romero, padre de la atleta número dos del planeta dentro de los 47 Kilogramos del parataekwondo, se le hizo un nudo en el estómago.
El progenitor de la ganadora del premio estatal del deporte, al igual y como el resto de las familias de los seleccionados nacionales compitiendo en últimos días en el lugar del terremoto, sigue a la espera de Claudia; aunque ya habló con ella y con su entrenadora Janet García, escuchado de ambas por Whatsapp un tranquilizador, “estamos todos bien, el terremoto fue lejos y ya vamos para México”.
Del susto para la familia de la subcampeona mundial en 2019 no pasó.
Es la primera vez en seis años, tiempo desde el primer llamado a selección de Claudia, que Zoilo sintió miedo por perder a lo más preciado, pues pocas veces presume la posibilidad de comunicarse con su hija por el tema de las concentraciones y ahora lo hacía por extrema urgencia para saber si estaba bien.
“Nos enteramos (del terremoto en Turquía) en la mañana del lunes. Ya te imaginarás cómo estábamos, pero nos tranquilizamos cuando leímos a Claudia y a su entrenadora en el Whatsapp”, comenta el padre de la campeona de parataekwondo.
“Es difícil estar en comunicación con ella por sus entrenamientos, porque está metida en ser la mejor y es difícil se le tenga que escribir o llamar por una desgracia. Pero afortunadamente está bien, al igual y como el resto de los muchachos… eso es lo mejor”, agrega.
Zoilo ahora espera a Claudia para abrazarla, pero también para acabarla de animar para dar el último jalón rumbo a concretar el sueño de todo atleta, los Juegos de verano en París 2024, donde ve a su exalumna subiéndose al podio coronando así el esfuerzo de los entrenamientos o del hecho de no verse tan seguido como ambas
LA FAMILIA esperaba la llegada de la atleta a México desde ayer
Rodríguez (d) con la bandera mexicana en territorio turco
/partes quisieran por el tema de múltiples concentraciones.
Todo esto cuando su hija ha cumplido recién los 22 años y tiene todo por delante para comerse el mundo a patadas. “Es muy joven y aún no alcanza su techo. Por eso una tragedia como ésta te pone a pesar, pero sé que está bien y que seguirá aferrada a su sueño que es ser la mejor, llegar a los Paralímpicos, donde seguro le dará una medalla a Puebla y a México”, remata. las