DE LAS ÁGUILAS
Dejar los nervios de lado debió ser uno de los principales puntos a trabajar por el head coach Nick Sirianni, que a lo largo de la semana previa al Super Bowl ha manifestado su intención de alejar a sus jugadores del ruido mediático que significa el evento.
Philadelphia entrenó en la ciudad de Tempe, alejado de Phoenix, y así pasó una semana donde reiteraron que su único objetivo es el campeonato.
Las Águilas solamente perdieron un partido en el año con Jalen Hurts como su quarterback titular, y el #1 ha dejado su lesión de lado, para enfocarse en su primera participación en el Super Bowl.
Como casi todos sus compañeros, el pasador debutará en el “gran juego” y lo hará en condición de favoritos. Aunque las líneas se han movido muy poco, se mantienen como los mejor posicionados a levantar el Vince Lombardi.
La ofensiva se carga por la parte terrestre, donde vienen de ser la quinta mejor de la fase regular con un promedio de 147 yardas por partido.
Las interrogantes vienen en la parte aérea, donde Hurts está lejos de ser confiable y AJ Brown apenas ha tenido impacto en la postemporada.
Sin duda la mayor fortaleza de Philadelphia se encuentra en el costado defensivo. Fueron apenas la tercera unidad en toda la historia de la NFL en acabar un año con más de 70 capturas de quarterback, cifra que no se alcanzaba en las últimas cuatro décadas.
Sirianni tiene claro que para parar la artillería de Mahomes, necesita ponerlo bajo presión y ese es justamente el punto fuerte que tienen como unidad.