Ambiciosa estrategia
Ignacio Mier Velazco sabe de su fragilidad en el proceso de selección de candidato a gobernador en Morena. El diputado federal cuenta con relaciones en el centro del país que pueden ser determinantes para obtener la nominación que busca. Pero en tierra, en la entidad que quiere gobernar, pocos lo conocen, lo que le representa un peligro frente al único recurso que plantea el partido del presidente López Obrador para definir a sus contendientes: la encuesta.
Si Morena hiciera esta misma semana un estudio de opinión para conocer las preferencias electorales de los habitantes del estado y el potencial de voto de sus aspirantes a la gubernatura, tanto hombres como mujeres, se encontraría con aquello que es de dominio público: que no es Mier, sino el senador Alejandro Armenta quien suma la mayor cantidad de respuestas favorables de cara a la sucesión.
Esto ha hecho que en el equipo de colaboradores de Armenta se tenga mucha confianza.
Ahí dentro se asegura que no hay manera de que ‘Nacho’ Mier alcance o por lo menos se acerque al potencial de voto del senador.
Si no lo hizo en casi dos años, a partir de que decidió competir por ese puesto de elección popular, se agrega, menos lo hará en ocho meses, tiempo que falta para que, en octubre, según fuentes internas de ese partido, se lleve a cabo la encuesta o el paquete de encuestas que supuestamente definirá al abanderado a gobernador.
El diputado federal, sin embargo, tiene otro punto de vista y ha decidido emprender una ambiciosa estrategia política para poner su nombre en el primer lugar de las preferencias, por encima de Armenta y del resto de sus rivales.
Ayer presentó el Instituto Mexicano para la Transformación de la Vida Pública, una asociación civil, de la que se autonombró presidente del consejo consultivo, que tiene como propósito “social” generar un pacto de unidad para la reconciliación y la transformación de los poblanos, pero que en realidad servirá de instrumento de promoción política y personal para beneficio de su causa.ese instituto será la herramienta ejecutiva de Ignacio Mier para hacer precampaña y sin necesidad de estar física y permanentemente en territorio estatal.
Para la presentación de esta asociación civil encabezó un acto masivo en el salón Country de la colonia San Manuel, ante más o menos cinco mil asistentes, una cantidad que, no obstante, es irrelevante para los fines perseguidos.
Así que no intente medir el éxito o el fracaso futuro de esa estrategia política en función del número de personas que acudieron a arropar a su candidato y corear “‘Nacho’ gobernador”. Lo importante es lo ocurrirá, o lo que se presume que ocurrirá, en los días por venir.
Ese instituto pretende desplegar en los 217 municipios del estado un ejército de por lo menos nueve mil promotores cuyo objetivo será realizar un diagnóstico social y recoger las necesidades de todas y cada una de las comunidades poblanas, para después elaborar un documento que se convierta en una propuesta de trabajo, supuestamente, para los gobiernos de Morena y la 4T.LA intención, así descrita, parece desinteresada e inocente.
Ahora imagine a cada uno de esos promotores tocando a la puerta de los poblanos, todos potenciales electores, y presentándose a nombre del diputado Ignacio Mier.
Les dirán que el propósito del buen legislador es ayudarlos a resolver sus problemas, a través de la unión de ciudadanos comprometidos con las causas justas, y les dirán que él, y nadie más, es la persona que Puebla necesita para desterrar la pobreza y la desigualdad.