El Sol de Puebla

La vacuna mexicana contra influenza, lista para el 2024

La farmacéuti­ca francesa Sanofi adelanta a Organizaci­ón Editorial Mexicana que se trata del primer bloque producido en nuestro país; la planta que será propiedad del gobierno, hasta 2032

- NURIT MARTÍNEZ

CDMX. El primer bloque de la vacuna contra la influenza producido en México será posible hasta 2024, debido a que la empresa Sanofi comenzó un proceso de registro sanitario ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Esto después de 16 años de inversión en los que tres presidente­s de la República habrían canalizado recursos para comprar y acondicion­ar la planta de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, la cual será transferid­a al gobierno mexicano en 2032 para que arranque operacione­s Azteca Vacuna, según el contrato con la farmacéuti­ca.

De acuerdo con un reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se estimaba que se habrían invertido hasta ahora 25 mil millones de pesos. Este diario solicitó a Laboratori­os de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), la empresa del gobierno a cargo del contrato, informar el monto de la inversión realizado hasta este año, pero no dio respuesta hasta el cierre de esta edición.

En entrevista con Organizaci­ón Editorial Mexicana, Ricardo Andrés Acosta Riomalo, gerente Médico de Sanofi Vacuna, dijo que la empresa prevé que la vacuna de influenza se produzca en México para el próximo año, y para ello habrá invertido 129 millones de euros (2 mil 574 millones de pesos aproximada­mente).

Explicó que “el proyecto está llegando a la última fase para convertirs­e en una realidad, la producción de vacunas en México está más cercana”.

Indicó que el año pasado después de concretar las pruebas de tecnología se produjo el primer lote de vacunas solo para la validación.

“Tuvimos ya una producción local, fabricada con manos mexicanas para el pueblo mexicano, y en este momento está la última fase de testeo que nos pide la Cofepris para hacer el aval de la planta.

Esperamos que para la próxima temporada ya tengamos producción local en un gran porcentaje y poder acceder a la vacuna mexicana en 2024”.

Lo que también comenzó fue la transferen­cia de conocimien­to y tecnología hacia manos mexicanas, lo cual permitiría que baje el costo de las dosis “a muy buena accesibili­dad y con alta calidad”.

Acosta Riomalo consideró que la reinversió­n de la farmacéuti­ca francesa en nuestro país será “muy alta”, toda vez que “de cada diez pesos, seis o siete pesos son reinvertid­os en el país en generación de empleo, producción, conocimien­to y transferen­cia de tecnología”. Recordó que hasta ahora “el camino de la negociació­n no fue solamente de rosas, por supuesto, hubo dificultad­es y diferentes puntos de vista, pero hoy es una realidad, ya está firmado el acuerdo”. Previo a la pandemia de influenza que se originó en nuestro país, como parte de las acciones a escala internacio­nal para prevenir el impacto de un contagio mundial, los gobiernos de los presidente­s panistas Vicente Fox y Felipe Calderón emitieron un acuerdo para establecer la obligatori­edad para desarrolla­r una Estrategia Operativa Multisecto­rial del Plan Nacional de Preparació­n y Respuesta ante una Pandemia de Influenza,

“Esperamos que para la próxima temporada ya tengamos producción local en un gran porcentaje y poder acceder a la vacuna mexicana en 2024”

RICARDO ACOSTA

GERENTE MÉDICO DE SANOFI VACUNA

Contexto. La primera planta de producción de vacunas contra la influenza de Sanofi en nuestro país está en Ocoyoacac, Edomex, pero a cargo de la francesa

publicadas en el Diario Oficial de la Federación en julio de 2006 y agosto de 2007.

De acuerdo con el libro blanco de la Secretaría de Salud, el gobierno de Calderón compró en noviembre de 2007 la planta ubicada en Cuautitlán Izcalli, Edomex, y el gobierno realizó una inversión inicial de 493.8 millones de pesos. De ese monto, 237.2 millones de pesos correspond­ían a la compra de esta y 256.5 millones de pesos a la construcci­ón de nuevos laboratori­os.

En mayo de 2008, se suscribió un nuevo contrato entre Birmex y la farmacéuti­ca francesa Sanofi, y se estableció suministra­r vacunas contra la influenza estacional, así como transferir tecnología y transforma­r la planta adquirida, con el fin de producir la vacuna al 100 por ciento en México y adquirir millones de dosis durante 15 años.

Por ello, poco tiempo después de iniciada la pandemia de influenza en México en 2009, nuestro país pudo contar con la vacuna.

El contrato con Sanofi se pactó con una vigencia de 2007 a 2032. La proyección era generar hasta cien millones de dosis de vacunas contra la influenza, con una producción inicial de 20 millones.

Pero ese plan cambió, luego de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público realizó una modificaci­ón al estudio de costo beneficio y se dio el primer “incremento considerab­le” en la construcci­ón de la planta, al pasar de casi 500 millones de pesos a mil 082.7 millones de pesos.

Hasta 2015 se habían canalizado 957.4 millones de pesos, pero en un estudio realizado a petición del entonces gobierno a la consultora Jacobs Engieneeri­ng, se conoció que “se tenía una planta incompleta que requería aproximada­mente mil millones de pesos adicionale­s y seis años más para su conclusión y puesta en operación”.

Pero en esa segunda etapa comenzaron los primeros ajustes de costo, los cuales han provocado que tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como el subsecreta­rio de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-gatell Ramírez, hayan hecho señalamien­tos de que se cometieron presuntos actos de corrupción.

En mayo de 2021, el subsecreta­rio dijo que durante la administra­ción de Enrique Peña Nieto (PRI) se desmanteló a Birmex, por lo que urgió a su rescate. Dijo que “se usó a Birmex como puente para forzar la adquisició­n de vacunas a título de exclusivid­ad con una empresa productora francesa, y que el gobierno estuviera forzado a tener a éste como proveedor único y que los precios aumentaran”.

Agregó que “las institucio­nes de salud en México eran espacios de corrupción en varios campos”.

De la revisión a los informes de la Auditoría Superior de la Federación sobre el contrato para crear Azteca Vacunas se desprende que en la gestión del priista se realizaron diversos ajustes que modificaro­n los términos del acuerdo.

Los ajustes para que se otorgara un presupuest­o plurianual y se comprara en gran volumen, no prosperaro­n ante la Secretaría de Hacienda.

Para noviembre del año 2017, se habían firmado ocho convenios modificato­rios en espera de que Birmex pudiera conseguir contratos espejo para alcanzar los volúmenes de compra requeridos en el acuerdo.

Se ajustó el número de dosis autorizada­s por la Secretaría de Salud y Hacienda y en diciembre se formalizó un noveno convenio que volvió a modificar las dosis a entregar, toda vez que la planta “no contaba con la capacidad óptima para soportar las cargas de las instalacio­nes necesarias”.

Pero se advirtió que la reducción de las cantidades mínimas acordadas impactaría la tasa de retorno de la inversión y afectaba la proyección económica.

El 27 de febrero de 2020, de manera conjunta personal de la Auditoría y Birmex visitaron la planta y verificaro­n la construcci­ón de la nave de la misma y que había iniciado la etapa del montaje de todas las instalacio­nes del laboratori­o.

A decir de la farmacéuti­ca, en 2019 se concluyó la construcci­ón del edificio de la nueva planta en Cuautitlán Izcalli.

En 2020, se terminó la instalació­n de los equipos dentro de la planta, lo que permitió que se entregará al gobierno el máximo histórico de vacunas contra la influenza en un año atípico por la pandemia, y para este 2021 arrancó la calificaci­ón de los equipos con la idea de realizar las primeras pruebas de tecnología.

Con ello quedó en condicione­s para solicitar el trámite de licencia sanitaria ante la Cofepris.

A decir de Andreu Comas, investigad­or y epidemiólo­go de la Universida­d Autónoma de San Luis Potosí, los señalamien­tos de supuesta corrupción no se han comprobado.

“No hay denuncias penales, no hay gente en la cárcel. De lo que cortaron como los fideicomis­os no han presentado ninguna sola evidencia y tampoco castigo”, indicó.

Aseguró que “no ha pasado nada con eso”, por lo que, si queremos dejar de depender del mercado externo en el área de vacunas, el gobierno y la industria deben apoyar a la academia para que se impulse el desarrollo de vacunas; sin ese vínculo la producción es imposible.

Advirtió que en lo que queda de la actual administra­ción “es imposible hacer que Birmex se vuelva a colocar como la productora de vacunas que fue en la década de los 90. A lo mucho, si nos va bien, será posible que en 2024 tengamos la primera producción de la planta”, pero el principal problema es el impacto en la salud de los mexicanos.

Ricardo Andrés Acosta Riomalo, gerente Médico de Sanofi Vacuna, recordó que tan solo hasta hace dos semanas los casos de influenza en México sumaban ocho mil 300 contagios, lo que supera los ocurridos en los últimos cinco años.

Los casos de influenza rebasan el registro de la temporada estacional 20182019, cuando se sumaron siete mil 400 contagios.

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ROMINA SOLÍS /EL SOL DE MÉXICO La última campaña de vacunación contra la influenza estacional comenzó en octubre del año pasado

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