Cumple más de un siglo el Carnaval de Huauchi
El festejo se realiza sin el evento de la descabezada, el cual fue prohibido al ser considerado un acto cruel
Entre la prohibición de la descabezada, cambio de diseño de vestuario, cambio de estilo de máscara, cambio de música para bailar, incorporación de desfiles, entre otros cambios, el carnaval en Huauchinango ha subsistido desde hace más de un siglo.
La referencia más antigua que ha logró ubicar el historiador, Guillermo Garrido Cruz, sobre el carnaval de Huauchinango, data de principios del siglo XX, “por ahí de 1901 o 1902”, citó el académico de este municipio, en donde refiere que el antropólogo estadounidense, Frederick Starr, refirió haber estado en el Norte de Puebla.
El estudioso indicó en un texto que puede ser consultado en en Internet, “que en Huauchinango se encontró a un grupo de enmascarados bailando al son de guitarra y violín en la plaza”.
CUANDO LOS HUEHUES SE UNIFORMARON
Durante los últimos 30 años, el carnaval ha sufrido transformaciones significativas, entre los años 1991 y 1993 lapso en el que estaba gobernando, María del Pilar Jiménez Morales, con la intención de “ordenar a los huehues” los uniformó, por lo que algunas comparsas cambiaron sus diseños de vestuario y adoptaron estilos de los grupos musicales del momento (bronco, banda machos, etc.) la máscara que portaban que era de madera o de plástico, se convirtió en un antifaz de tela que era con colores variados.
Años más adelante se incorporaron desfiles de huehues a inicios del nuevo milenio, los enmascarados dejaron de acompañarse de los sones tradicionales con violín y guitarra e incorporaron bandas musicales al estilo norteño con música incluía el sacrificio de pollos, como parte de la tradición indígena
del momento.
EL CARNAVAL DEJÓ DE SER DE UN EVENTO DE LOS POBRES
En los años 70 era común ver comparsas integradas por vecinos de tratos “sencillos”, gente dedicada a los oficios como albañilería, dedicada al campo, de escasos recursos, con domicilios en las colonias populares como, Santa Catarina, Chapultepec, La Mesita, La Cumbre, del barrio de Zacamila, sin embargo, en el nuevo milenio se incorporaron jóvenes de otros estratos sociales, con domicilios en el centro, en colonia más ordenadas como, la Petrolera, El Paraíso, entre otras.
EL CHICOTE
en esta región de Puebla data de principios del Siglo XX
AÑOS aproximadamente tiene de antigüedad el carnaval de la Huasteca
En Huauchinango los huehues portan un chicote tejido con lazo de Ixtle y con una agujeta deshilachada en la punta que provoca que, con movimientos bruscos, éste truene; aunque no se le ha dado un significado clarín se sabe que se ocupa para anunciar a distancia el paso de las comparsas y también le dan una connotación de fuerza, de combate y de poder.
El historiador Guillermo Garrido, compartió el testimonio de Don Anacleto, un danzante que estuvo en la comparsa de Chapultepec, quien expresó que la máscara era de vital importancia para ocultar la identidad del huehue, dado que eso daba la libertad al dante de bailar y hacer otras acciones, incluso ridículas que no intimidaban al hombre al estar en el anonimato.
En la actualidad a quienes se visten de huehues, demuestran que no le importa tanto si descubren o no su identidad, “antes hasta cambiábamos la voz al saludar, para que no te reconocieran”, le expresó el huehue a Garrido Cruz.
SE PERDIÓ LA DESCABEZADA
La descabezada de pollo vivos que se hacía como un ritual en la ciudad con el fin de purificación de la tierra, se perdió con el expresidente Gabriel Alvarado Lorenzo, por el año 2016, debido a que se le dio la connotación de un acto de barbarie y se dejó a un lado la cosmovisión indígena del hecho. En varias comunidades indígenas de Huauchinango se sigue practicando de manera original.
En algunas zonas de Huauchinango, las cabezas de los pollos se entierran de cara al sol para que los seres sirvan como mediadores entre el más allá para pedir salud, tranquilidad y buenas cosechas para la siguiente temporada de siembra, por lo que el carnaval también tiene una relación con el ciclo agrícola y con el calendario litúrgico.