Ser una mujer trans y vivir con discapacidad
Tania Victoria nació como Víctor, desde muy joven supo que no era su verdadera identidad, sin embargo, hablar de su género, así como sexualidad nunca fue fácil, primero porque ella es originaria de una comunidad muy reservada del estado de Puebla y la segunda porque tiene una discapacidad.
Fue hasta hace un año que decidió “salir del clóset” y se auto identificó como una mujer transgénero, una mujer que ahora lucha por los derechos de la comunidad LGBT+, principalmente para que no exista discriminación y para que se visibilice la diversidad sexual en la discapacidad.
La abogada independiente compartió que siempre supo que era una mujer y por su cabeza pasó constantemente el “soy una chica”, pero abordar este tema con su familia, amigos y conocidos no fue nada fácil. Si de por sí para alguien que no tiene una discapacidad es complicado, para Tania fue el doble, pues al tener parálisis cerebral en un grado menor, su familia llegó a pensar que nunca tendría intereses sexuales, incluso la “infantilizó”.
Su discapacidad motriz afecta sus movimientos, es decir, que Tania no habla perfectamente y registra limitaciones a la hora de caminar. Esta condición la tiene desde niña y las causas fueron porque en el parto no le llegó suficiente oxígeno a su cerebro.
Hace un año fue cuando decidió ser Tania por completo, principalmente porque su discapacidad la ha hecho reflexionar de que “la vida es muy corta”, y no quería morir sin antes ser lo que su corazón le dictaba. Comenzó a investigar de las mujeres trans, primero se unió a la Asociación para la Protección y Pluralidad Sexual-derechos Humanos (APPS) y luego al Grupo Transgénero en Puebla, en ambos ha recibido apoyo y orientación.