Biden propone subir impuestos a los ricos
El presidente de EU corteja a la clase trabajadora con un proyecto de presupuesto con tintes electorales
WASHINGTON. El presidente de EU, Joe Biden, presentó un proyecto de presupuesto para 2024 que está destinado a conquistar a la clase trabajadora con subidas de impuestos para los ricos y más fondos para programas sociales.
Biden viajó a Pensilvania para presentar el plan presupuestario federal que servirá de base para su previsible candidatura a la reelección en 2024.
La propuesta de Biden se enfrenta este año a una dura oposición en el Congreso, después de que los republicanos se hicieron con el control de la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas de noviembre, y es poco probable que gran parte de ella llegue a promulgarse.
El plan, sin embargo, es una declaración política que desafía directamente la amenaza del presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin Mccarthy, de bloquear un aumento del límite de endeudamiento federal de 31.4 billones de dólares a menos que Biden acceda a frenar el gasto federal.
“Mi presupuesto es para invertir en todo Estados Unidos, incluidos aquellos lugares y personas que fueron olvidados”, clamó Biden en un encendido discurso en las instalaciones de un sindicato en Filadelfia, sobre un escenario en el que por
un discurso en las instalaciones de un sindicato en Filadelfia
Los republicanos compararon el plan con “políticas de gasto de extrema izquierda”
detrás se podían ver mensajes como “Invertir en EU” y “Sindicatos fuertes”.
El presidente prometió a los asistentes que seguirá luchando por ellos y dijo que “aún” queda trabajo por hacer.
El presupuesto es un reflejo de las prioridades políticas de Biden, quien aún no ha anunciado oficialmente su campaña para la reelección en las elecciones presidenciales de 2024 pero se espera que lo haga en los próximos meses.
El plan presupuestal prevé reducir la previsión de déficit fiscal en casi 3 billones de dólares en los próximos 10 años.
Para ello, Biden busca introducir un impuesto mínimo de 25 por ciento para los multimillonarios, es decir 0.01 por ciento de los más ricos.
También quiere subir la carga impositiva a las empresas, de 21 a 28 por ciento de su renta, aún así muy inferior al 35 por ciento en vigor antes de la reforma del expresidente Donald Trump en 2017.