Descarrilar la alianza opositora
A PUERTA CERRADA
El análisis del ingreso de Isabel Merlo Talavera al gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina se ha enfocado en la experiencia y la formación que esta nueva servidora posee para desempeñarse como titular de la Secretaría de Educación Pública y en sus antecedentes partidistas.
La discusión se ha centrado principalmente en esos dos aspectos. Que si puede o no ser la jefa de todos los docentes aun sin contar con título universitario. Que si en esa posición debió quedar un militante de Morena en lugar de uno del PRI. Pero hasta ahora no se ha planteado la posibilidad de que esa incorporación al gabinete pueda ser en realidad un guiño institucional del gobernador a los líderes nacionales del partido tricolor, con el objetivo puesto en la contienda electoral.
Un importante sector del grupo en el poder considera que todavía es viable armar una alianza entre Morena y el PRI, a partir de la buena relación que mantuvieron algunos de sus liderazgos con el extinto Miguel Barbosa Huerta, y que se ha fortalecido con Céspedes Peregrina a través de personajes como Jorge Estefan Chidiac, José Chedraui Budib y el propio Néstor Camarillo Medina, dirigente del tricolor.
Merlo Talavera no era una militante priista más hasta antes de rendir protesta en la SEP. La mujer, oriunda de Huaquechula, era secretaria general del Comité Directivo Estatal del PRI y diputada local por ese mismo partido. En vez de descalificar su arribo por esa condición en particular, hay quienes, desde el grupo en el poder, opinan que el movimiento debe mirarse como una ventana de oportunidad para el gobernador. Y para Morena. Esta corriente asegura que el nombramiento de Isabel Merlo es apenas el principio de una estrategia política que lleva como fin reventar la coalición electoral del PRI con el PAN.
Estefan ha sido un crítico declarado de la eventual coalición de su partido con el PAN. El diputado local ha sido enfático en cuestionar las intenciones del panismo, que pretende apropiarse de las principales candidaturas, y en varias ocasiones se ha mostrado más cercano a Morena que al blanquiazul.
Chedraui, por su parte, quiere ser candidato a presidente municipal de Puebla, deseo que alberga muy pocas posibilidades de hacerse realidad si el partido en el que milita se une al PAN, que, por razones de posicionamiento electoral, llevará mano para definir al candidato en la capital del estado. El empresario sabe que tendría mejores expectativas en una alianza del priismo con el partido del presidente López Obrador, que en Puebla se encuentra bajo el mando de Céspedes Peregrina, su amigo.
No resulta descabellado entonces pensar en el eventual descarrilamiento de la alianza opositora y en la conformación, ahora sí formal, del Primor.