¿Le conviene a Trump ser detenido?
Si Jesucristo, Hitler, Mandela, Chávez o Madero no hubieran sido encarcelados, quizá su popularidad no habría sido la misma. Obviamente la privación de la libertad es un castigo muy doloroso para cualquiera, sin embargo, puede ser algo benéfico para los fines políticos.
Nuevamente el rubio millonario da de qué hablar, ahora afirma que pronto será detenido, en el contexto electoral, tras una investigación que lo señala por dar sobornos a una ex actriz porno para no mencionar la relación extra marital que mantuvo con él hace años.
Es indudable que el hecho causa revuelo, más en el contexto de que el ex presidente busca nuevamente ocupar el Salón Oval, además de que ese hecho es inédito por haber perdido la reelección frente a Biden, en los pasados comicios, además de las acusaciones por haber llamado al desorden en el Capitolio, noticia que fue mundial por cierto. Evidentemente no se trata de un ex mandatario común, empezando por su estatus económico y su cercanía con esas mujeres bellas del espectáculo para adultos, basta recordar que su fallecida ex esposa, Ivana Trump, fue conejita de Playboy. Esto lo menciono sin hacer crítica o juicio de valor de las actividades de esas féminas, pero es un hecho innegable que no podemos dejar de mencionar en este contexto.
Hay que mencionar el concepto de preso político, es decir, aquel que ha sido encarcelado por discrepancias con quien está en el poder, eso parecía ser cosa del pasado en nuestro país y nuestras entidades federativas, pero ahora tenemos muchos ejemplos lamentables, recordando que este tipo de procesos demuestran cómo el derecho se somete al interés político de una manera cínica.
El hecho es que en próximas horas o quizá al momento de publicarse esta editorial, el otrora inquilino de la Casa Blanca pueda ser arrestado, posibilidad que ha anunciado él mismo, por lo que no creo que sea algo que le preocupe realmente. Si las acusaciones vs Trump resultan falsas, él saldrá fortalecido, es más, aun habiendo algo de verdad en ellas, seguramente sus seguidores se inconformarán, llamando así la atención, lo cual siempre será políticamente benéfico, recordando que en México y en Estados Unidos, una parte de la gente actúa de una forma visceral y no racional.
Recordemos la gran fama que alcanzó Nelson Mandela, quien pasó décadas en cárcel por su activismo, para luego salir y convertirse en un ídolo, recordando que ni él, ni su partido, pudieron solucionar los grandes problemas de Sudáfrica. Algo semejante pasó con Hugo Chávez y con muchos de los activistas que entraron en la política y se convirtieron en un corrupto más trabajando en los órganos oficiales.
Si el rubio millonario logra que su imagen sea la de un mártir, perseguido por motivos electorales, desde luego que el hecho será benéfico, a menos que las acusaciones puedan tornarse en algo más importante.
Aun en un país tan civilizado y legal como Estados Unidos, a muchos no les parecerá trascendente que un hombre haya tenido una infidelidad con una mujer sumamente atractiva, es más, habrá una gran cantidad de varones que consideren eso como un logro y no como un hecho reprochable.
Personalmente yo deseo que a nuestros vecinos del norte les vaya bien, no tomo partido por algún candidato porque creo que, llegue quien llegue, su prioridad será Estados Unidos y no México, incluyendo a sus migrantes, pero aun en ese contexto y la historia compleja que une a estos dos países, es innegable la necesidad y dependencia que tenemos para con nuestros vecinos del norte, por lo que debemos estar atentos, esperando que la institucionalidad y legalidad norteamericana siga siendo ejemplar, recordando que nuestro México no ha caído en la desgracia absoluta quizá solo porque está pegado a los Estados Unidos de América.