Mudan agresiones a LGBT a la web
En la pandemia por Covid se creó un grupo que tenía como objetivo atacar a la comunidad, recuerda Kevin Williams del Club G
Atres años de que se registró el último intento de asesinato contra una persona de la comunidad LGBTTTIQ+ en Tehuacán; aun las agresiones no han desparecido, sino que han mutado, pasando de físicas a virtuales, ya que se han creado grupos para manifestar el desprecio e incluso la promoción para atentar contra la integridad de los miembros de colectivos.
Al respecto Kevin Williams, director del "Club G" de Tehuacán y delegado de los colectivos de la Ciudad de México, manifestó que los crímenes de odio han disminuido en la ciudad, hecho que posiblemente se atribuye a la llegada de la pandemia.
Sin embargo, la pesadilla comenzó el 30 de abril del 2010 con el asesinato de Bárbara Lezama, por lo que de dicho año a la fecha se han registrado 15 siniestros, de los cuales el 90 por ciento de ellos siguen sin resolverse.
En tanto que en el 2020 se registró el último intento de asesinato, pues Víctor Hugo Amador Hernández fue acorralado por mecánicos que le dispararon en dos ocasiones, uno de los proyectiles impactó en su pie y el segundo en su cráneo; sin embargo, sobrevivió al siniestro y tras el apoyo de los colectivos, se logró la detención de los presuntos responsables por elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Explicó que en la pandemia se creó un grupo de Telegram el cual tenía como objetivo asesinar miembros de la comunidad, pero gracias a la intervención de la policía cibernética, el grupo fue desintegrado y no se continuó con el proceso legal,
El 80 por ciento de los agresores homofóbicos son homosexuales que no se han dado a conocer
ya que los presuntos eran menores de edad
Abundó que la violencia que se vive actualmente orilla a los colectivos a vivir en estrés y presión social y en algunos casos las personas recurren al consumo de sustancias nocivas o al suicidio, tan es así que hace un par de días atrás se registró un suicidio de un miembro de la comunidad.
Enfatizó que el 80 por ciento de los agresores homofóbicos son homosexuales responsables que no se han dado a conocer, debido a que una persona heterosexual sana no tiene problema de relacionarse con alguien de la comunidad; sin embargo, un individuo que no ha definido completamente su identidad sexual, tiende a agredir.
“El peor de los casos es la tentativa de homicidio en algo que no se quiere reconocer en uno mismo y que ve reflejado en los demás”, aseveró.
Agregó que hoy en día se busca dar a conocer todo tipo de discriminación, violencia, hostigamiento y demás circunstancias de las que son víctimas miembros de la comunidad, por lo que exhortó a las personas para que sepan que una identidad sexual no convencional no está mal ni es una enfermedad.
“Si nosotros lo vemos como una patología, enfermedad, maldición o pecado, estamos mal”, agregó.