¿Quién para la alcaldía?
Resuelto el enigma de la coordinación estatal de los comités de defensa de la 4T, que fue para el senador Alejandro Armenta, toca el turno de ingresar al torbellino de las especulaciones en torno a la siguiente postulación en trascendencia, que es la de alcalde de la ciudad capital.
Primero vaya con el grupo de los que no van a ser. Aquí anote usted a Iván Herrera, Nora Merino, Gabriel Biestro y Leobardo Rodríguez, los cuatro supuestos aspirantes que sirvieron de instrumento para realizar el ingreso público de José Chedraui a Morena.
Es muy probable que los cuatro personajes hayan decidido apoyar así las aspiraciones del empresario a cambio de concretar negociaciones futuras, conscientes de sus muy escasas posibilidades de acceder a la candidatura principal. Más vale una diputación federal o una local, incluso una regiduría, que nada, habrán dicho. Y en la lógica de que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error, tienen razón.
Ahora repase a quienes podrían ser pero tienen dudas. En esa condición estaban hasta ayer por la noche dos mujeres. Tanto Claudia Rivera como Olivia Salomón, primero y segundo lugar de las mujeres en la encuesta estatal, no sabían si le iban a entrar o no a la competencia por la ciudad. Hasta ayer por la tarde ninguna de las dos se había registrado.
Como se imaginará usted, en ambas ganaba terreno la mesura frente a la ambición o la inercia emocional de ir a pelear la segunda candidatura más relevante después de haber perdido la primera, la de candidato a gobernador.
Sin Alejandro Armenta ni Ignacio Mier en la ruta, los dos políticos que le ganaron la encuesta estatal, el escenario es tentador para Claudia Rivera, pero la derrota del 2021 y la existencia de un amplio sector de la opinión pública en su contra la obligan a ponderar la decisión. Incluso así, no hay que descartarla. Hoy podría presentarse al último día de los registros para entregar su solicitud.
Olivia Salomón enfrenta un panorama distinto, menos alentador. La exsecretaria de Economía no ganó la encuesta estatal, carece de buen posicionamiento en la ciudad de Puebla y debe saber que el grupo al que pertenece no la apoyará a ella, sino a Chedraui. Junto con eso, desapareció el incentivo de la paridad. Al no ser obligatoria la postulación de una mujer, las posibilidades para Salomón se reducen enormemente. Descártela entonces.
¿Quiénes sí pueden ser?
Uno es, precisamente, José Chedraui. El empresario expriista irrumpió en Morena inmediatamente después de concluido el proceso interno estatal y lo hizo bien. Es amigo del gobernador Salomón Céspedes, cuenta con el respaldo del grupo en el poder y en algunas encuestas de intención de voto se ha colocado en primer lugar. Trae una fuerte campaña de promoción personal por aire y no es ajeno a la estrategia de tierra, como muestra a diario en sus redes sociales.
El otro es Alejandro Carvajal. El diputado federal es fundador del partido y no tiene antecedentes en ningún otro, ni en el PRD. Ganó su reelección en el año 2021 y ha hecho alianzas con diferentes grupos de izquierda, los que han sido base importante de su fortalecimiento social. Un punto para resaltar es que cuenta con el cobijo de Alfonso Ramírez Cuéllar, colaborador cercanísimo de ya sabe usted quién: Claudia Sheinbaum.
El reportero considera hoy que la candidatura de Morena será para uno de ellos dos. Pero hay quienes aseguran que Rodrigo Abdala “ahora sí” será el bueno. Es posible.
Para el anuncio de la candidatura, que será el 10 de marzo, falta mucho, y en ese tiempo puede ocurrir una cascada de acontecimientos que impacte en la decisión. Si Abdala quiere ser candidato a presidente municipal primero tiene que parecer que lo quiere. El apasionamiento y la emotividad en la competencia por la coordinación estatal no fueron sus sellos personales. Y así no se convence a nadie.