Leyendas enfranjadas: grandes recuerdos de un club venido a menos

Ahora sí parece que se le acabaron los milagros al Puebla, después de haber calificado a la liguilla y/o repesca durante tres años seguidos, el día de hoy no se por dónde pueda haber una mejoría.

La directiva se cansó de desarmar una y otra vez al cuadro, pese a lo cual se lograron resultados interesantes, pero ya no se puede más.

Hace unos días me fue regalado el libro citado por su propio autor, el texto contrasta con la situación que vive el club, ya que se citan a 100 futbolistas que han militado con el club Puebla, haciendo alusión a una historia que data de 1944, haciendo de los camoteros un equipo de mucha tradición.

Poder citar a un ciento de personajes que han hecho algo importante no se puede hacer con cualquier equipo, pero afortunadamente la escuadra de la Angelópolis tiene suficiente capital humano para hacerlo.

Yo tuve el gusto de ver a varios de estos futbolistas y tuve la oportunidad de ver, en vivo, los dos campeonatos que ostentan los inquilinos del Cuauhtémoc.

Justamente hace 34 años se obtuvo el último título y fue en ese entonces que el Puebla era invitado frecuente a las liguillas, pero sabemos que esa venganza política a Emilio Maurer hizo que vendiese el equipo y ahí empezó una historia de mediocridad, con algunos chispazos de buen futbol y una solitaria Copa México que se obtuvo hace 9 años.

Del campeonato del 83 podemos mencionar a Luis Enrique Fernández, el anotador del último penal en esa final contra Chivas, de esos años tenemos también a grandes talentos como el uruguayo Daniel Bartolotta y el gambetero René Paul Moreno, sin embargo, el equipo de oro fue el de 1990, cuya estructura tenía brillo en todas sus líneas, el arquero mundialista, Pablo Larios, Roberto Ruiz Esparza, Edgardo Fuentes, “Chepo” de la Torre, y esos dos artilleros letales que eran temidos por cualquier defensa: Jorge “Mortero” Aravena y Carlos Alberto Poblete.

Después de descender y nuevamente regresar a la máxima categoría, José Luis Sánchez Solá pudo constituir una escuadra ganadora, sin contar con grandes talentos o con futbolistas que estaban ya en sus últimos años.

Tenemos el caso del uruguayo Álvaro “Bola” González, el “Cherokee” Pérez y el caso de quien fue comparado con Enzo Francescoli, es decir, el “Duende” Olivera.

Tuve el gusto de saludar a un brasileño que tenía una cabellera de Barbie y era sumamente efectivo al frente, Milton Antonio Nunes “Zico”, quien le hizo un gol de antología al América y que ahora ha acompañado a las presentaciones del libro escrito por Mario Riestra.

Desde luego que en el banquillo tenemos que mencionar a una auténtica leyenda, no solo de Puebla, sino del país entero: Manuel Lapuente, estratega que estuvo en los dos campeonatos camoteros y quien hizo del Necaxa el equipo de los noventas, además de guiar a la selección nacional a la única Copa Confederaciones que tiene.

Esperemos que algún día nuevamente haya leyendas y que cambie la situación de nuestro Puebla, el cual por ahora batalla en la Liga MX.