Otra explosión en Tultepec deja dos víctimas
SANTA RITA TLAHUAPAN, Pue.- Varios pobladores intentaron linchar a un sujeto señalado de cometer varios robos en la comunidad, por lo que el viernes intentaron hacer justicia por su propia mano, al no conseguirlo, quemaron una de las patrullas y una segunda fue volcada.
Alrededor de las 5:30 de la tarde policías municipales fueron informados de que vecinos de la colonia Domingo Arenas tenían retenida a una persona señalada de intentar robar un vehículo junto con dos de sus cómplices, quienes lograron darse a la fuga. De acuerdo con los colonos, el individuo se dedica a delinquir y al mediodía de este viernes ingresó a un domicilio para sustraer objetos de valor.
Al momento en que arribaron elementos municipales a la calle Álvaro Obregón observaron alrededor de cien personas que estaban golpeando a un hombre con la playera prácticamente rasgada.
Cerca de media hora después fue rescatado de las manos de los pobladores, y trasladado por efectivos municipales a los separos de la comandancia de la presidencia municipal de Santa Rita Tlahuapan.
Cuando el grupo de personas se enteró que el presunto delincuente continuaba en la comandancia, se movilizaron hacia el lugar para exigir que les fuera entregado, pues los policías seguramente lo dejarían en libertad.
Minutos después, pasadas las 7:00 de la noche, los pobladores empezaron a tocar las campanas de la iglesia de la comunidad para exigir a las autoridades municipales reforzar la seguridad en la cabecera, toda vez que están hartos de la delincuencia.
Cabe señalar que un grupo de policías municipales y agentes de investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) intentaron dialogar con los inconformes, pero ellos sólo querían hacer justicia por su propia mano.
Ya para las 8:00 de la noche, ALREDEDOR DE los pobladores lograron sustraer de los separos al individuo, quien es vecino de la misma población. En ese momento se escucharon detonaciones de arma de fuego, sin que se precisara si fueron realizados por vecinos o elementos policiacos.
Finalmente, el detenido fue llevado al Arco de Seguridad de Huejotzingo, a donde acudió en apoyo una ambulancia para atenderlo, ya que se encontraba delicado de salud.
En respuesta a la intervención policiaca, el grupo de vecinos inconformes vandalizaron dos patrullas del municipio, una de ellas fue volcada, mientras que la segunda incendiada.
Los agentes municipales se resguardaron sobre la azotea de la presidencia municipal y los paramédicos que llegaron al auxilio requerido tuvieron que esconderse para que la ambulancia no fuera dañada como las patrullas. TULTEPEC, Méx.- A tres días de una explosión por cohetería en el municipio de Tultepec, capital nacional de la pirotecnia, una nueva explosión ocurrida ayer dejó un nuevo saldo de dos personas muertas por explosivos clandestinos a pesar de los protocolos anunciados por el ayuntamiento este miércoles.
En la madrugada de este miércoles una explosión en la zona pirotécnica de La Saucera causó una fuerte movilización de unidades de emergencia para evitar que la gente se acercara al taller donde ocurrió y evitar más muertes, ante ello, el ayuntamiento anunció la implementación de protocolos de seguridad, con base en la experiencia del pasado mes de julio, donde varias de las personas fallecidas eran curiosos que nada tenían que hacer en el lugar.
El comisario de seguridad local, Luna Rodríguez, aseveró que con base en un programa específico en coordinación con personal capacitado del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (IMEPI), se realizan capacitaciones mensuales a los trabajadores pirotécnicos, tanto en los talleres como en el mercado de San Pablito, en donde participan alrededor de 300 artesanos, a fin de minimizar los riesgos ante cualquier accidente.
A pesar de ello, este sábado un hombre y una mujer de identidad desconocida al momento perdieron la vida en una nueva explosión por la fabricación de pirotecnia clandestina, en un taller en una casa-habitación en calle Chiapas, barrio Oxtoc, en Tultepec, ubicado en los límites con el municipio de Melchor Ocampo.
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