El comercio sigue a los peregrinos
Ofertan desde alimentos, calzado, remedios para el cansancio hasta reparación de bicicletas
Reparadores de bicicletas, vendedores de comida, ropa, calzado y artículos de fe… Todos acompañan a los peregrinos guadalupanos que año con año viajan desde Toluca para visitar a la Virgen Morena. Los cientos de caravanas que parten del interior del país a la capital dejan una importante derrama económica a su paso. En la Ciudad de México, a días de la fiesta grande, ya se escuchan mariachis en la Basílica.
TOLUCA, Méx.- Aunque la esencia misma de una peregrinación radica en el acto de fe, la caminata implica el pago del transporte, comida que se ofrece en algunas escalas, así como la vestimenta y en algunos casos hasta la limosna que se entrega a los organizadores, sin embargo, la mayor ganancia es para el comercio informal que también peregrina junto con el contingente para ofertar desde calzado, tamales y atole, remedios para el cansancio y hasta montan talleres móviles para el arreglo de bicicletas.
Si bien el fervor guadalupano del Valle de Toluca para este 12 de diciembre se celebra con ceremonias religiosas, sobre todo en algunas fiestas tradicionales como Gualupita en Santiago Tianguistenco, el mes de febrero es cuando se desborda la fe derivado de la peregrinación anual que organiza la Diócesis de Toluca.
Aunado a este acto de fe que congrega a casi 80 mil guadalupanos que caminan por varios días para llegar a los pies de la virgen y se realiza a inicios del mes de febrero, existen otras peregrinaciones como la que organizan distintas empresas de la ciudad de Toluca y que se lleva a cabo a finales del mes.
Si bien el requisito indispensables para poder participar estos actos religiosos es la fe, los participantes tienen que cumplir con otros requerimientos, tal es el caso del pago de transporte, comida, así como -en algunos casos- comprar la vestimenta que puede consistir en una playeray una limosna que se entrega a los encargados de toda la logística.
“Yo participo junto con toda mi familia en la peregrinación que se hace a finales del mes de febrero, es una tradición ir a visitar a la Virgen de Guadalupe. Para ello, con toda la familia rentamos un autobús que nos lleva y nos trae”, refirió Olivia Hernández, devota de la Virgen de Guadalupe.
Este acto de fe, explicó, representa el pago de 100 pesos para el autobús y obviamente los viáticos, “nos organizamos para la comida y cooperamos, pero el camión lo pagamos porque muchos no pueden caminar todo el trayecto. Yo, por ejemplo, me voy en el autobús y ya entrando a la Ciudad de México me voy caminando”, añadió.
Lo mismo pasa en la peregrinación considerada como de las más grandes del país, donde cada parroquia organiza a su contingente y derivado de los gastos que conlleva el caminar, cobran una cuota que cubre por ejemplo el costo del transporte de carga donde va el equipaje de los participantes, así como para los alimentos.
“Mira, cada año conformamos una comisión que es la que se encarga de organizar todo lo referente a la alimentación, transporte e inclusive la limosna que se entrega. Esta cooperación incluye en ocasiones una playera o alguna prenda”, comentó Fernando Orozco, organizador de la peregrinación en el municipio de Zinacantepec.
El verdadero negocio es para el comercio informal, ya que desde que salen de los pueblos, se reúnen en los municipios y posteriormente salen a la ciudad de Toluca, los acompañan para ofrecer desde alimentos hasta productos para aminorar el cansancio de los peregrinos. En total el contingente que se reúne desde el domingo previo a la salida a la Basílica de Guadalupe, son 40 mil peregrinos y por lo mismo el zócalo se convierte en un mercado.
Y es que aunque la mayoría
OLIVIA HERNÁNDEZ DEVOTA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE Yo participo junto con toda mi familia en la peregrinación que se hace a finales del mes de febrero, es una tradición ir a visitar a la Virgen”
de negocios ambulantes ofrecen alimentos diversos, también se venden productos como calzado cómodo para caminar, pomadas, algunos medicamentos para disminuir el cansancio, ropa, colchonetas, cobijas, paraguas, imágenes religiosas, entre otros artículos.
Cabe señalar que una vez que sale el contingente, muchos vendedores también caminan con el contingente para ofrecer sus productos al momento. De hecho, talleres móviles de bicicletas también son instalados en distintos puntos donde la peregrinación ciclista realiza escalas.
PEREGRINOS SIN RELACIÓN CON VENDEDORES : VICARIO
La peregrinación a la Basílica de Guadalupe y la del Cubilete son las únicas oficiales, aunque hay otras que también reciben el visto bueno de la diócesis de Toluca, señaló el vicario general monseñor Guillermo Fernández Orozco, quien aunque aceptó que alrededor del acto de fe existe comercio, hay que saber distinguirlo de los peregrinos.
Explicó que de las peregrinaciones oficiales la más importante es que va a la Villa y generalmente se realiza el tercer jueves de febrero salvo que se intercale la Cuaresma, pero también a los ocho días se lleva a cabo la peregrinación nocturna.
La otra peregrinación oficial es la que tiene como destino El Cubilete, misma que tiene lugar el tercer miércoles de julio e inicia con una adoración nocturna. En este acto de fe, dijo, participan hasta 50 autobuses de peregrinos.
Sin embargo, comentó que se tiene registro de otras peregrinaciones a la Basílica, donde la comunidad es quien lleva a cabo toda la logística y se llevan a cabo en la comunidad de San Pablo Autopan, Pueblo Nuevo San Pablo Autopan y una más en Metepec.
Cabe señalar, destacó monseñor Fernández Orozco, que junto a la peregrinación del mes de febrero está la de los ciclistas e inclusive en agosto también sobresale la de San Juan de Los Lagos, “en estas peregrinaciones nos hacen llegar un documento que les firmamos con el fin de que las autoridades les presten el apoyo necesario”, añadió.
Aunado a ello, reconoció, existen otros actos que inclusive son organizados por familias enteras y en ciertas épocas del año, “hay muchos grupos que nos piden el apoyo cuando van al Santuario de Chalma y se les otorga”, aseveró.
Cabe señalar, puntualizó que en lo que respecta a la peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe existen reuniones cada dos meses para checar los preparativos y si se detecta alguna irregularidad con los organizadores se dan de baja.
Lo cierto finalizó el vicario general de la Diócesis de Toluca, es que dentro de los actos de fe mucha gente ofrece diversos servicios, sin embargo, hay que saber distinguir a los peregrinos y los que ofrecen servicios y productos diversos.