¿Cuál ley?
En un mundo con enormes
El ser humano necesita volver a los imperantes morales que nos transmiten entendimiento de las realidades que confrontamos. El libro de los proverbios que encontramos en el documento bíblico, contiene gran cantidad de enseñanzas recopiladas, contenidas de manera sencilla para que toda persona con una mente dispuesta para obtener buen juicio pueda adquirirlo.
Uno de estos proverbios dice: Donde no hay dirección divina, no hay orden, ¡feliz el pueblo que cumple la ley de Dios! (proverbios 29:18)
¿Alguna vez te has preguntado por qué cíclicamente las naciones se desploman, muy a pesar de que el deseo y planes del hombre en los sistemas sociales que construye, lo hace con miras a la felicidad y al progreso?
La historia tiene mucho que revelarnos en respuesta a esta pregunta, nos revela como el ser humano busca establecer sus propias normas para ordenar sus sociedades, las cuales llegan a reglamentar cada aspecto de la vida humana asfixiando la libertad y el progreso.
Este es el resultado cuando el hombre hace a un lado la ley moral de Dios, cuando el hombre busca ponerse en lugar de Dios, y sobre su limitada naturaleza y conocimiento establece leyes que degeneran en volúmenes de leyes que no le otorgan la felicidad que busca, por eso, constantemente se cambian, se anexan y se quitan leyes conforme a los intereses de la élite gobernante, y es un cuento de nunca acabar.
¿Cuánto desorden
Tan solo en México, me pregunto si los abogados conocen con toda exactitud todas las leyes que rigen actualmente en todo el país, los estados y los municipios. Aunque también nos haría bien preguntarnos ¿si estás leyes nos han brindado la paz, la felicidad y la prosperidad que buscamos?
México nunca ha conocido, ni mucho menos experimentado la ley moral de Dios, sin embargo, deberíamos considerar la influencia que esta ley moral de Dios ha tenido en el desarrollo de occidente, pues sin esta ley, occidente jamás se habría desarrollado de la