Álvaro Uribe, bajo arresto domiciliario
El exmandatario es acusado de corrupción, manipulación de testigos y es investigado por los "falsos positivos"
BOGOTÁ. La Corte Suprema ordenó la captura del expresidente y senador Álvaro Uribe, el político más influyente de Colombia en este siglo, dentro del proceso que le sigue por manipulación de testigos contra un opositor, según informó el exmandatario.
"La privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, por mi familia y por los colombianos que todavía creen que algo bueno he hecho por la Patria", escribió Uribe en Twitter.
Aunque el tribunal no se ha pronunciado aún sobre esta inédita decisión contra un exgobernante en Colombia, los medios locales dijeron al unísono que Uribe cumplirá arresto domiciliario preventivo y no deberá ir a una cárcel.
El caso está siendo analizado, a puerta cerrada, por los altos magistrados que investigan al jefe del partido en el poder y mentor del presidente Iván Duque.
La Corte Suprema decidió ordenar la detención de Uribe mientras más adelante resuelve si lo llama a juicio, en su calidad de legislador, por manipulación de testigos. Como parlamentario, no tiene fueros pero sí el privilegio de sólo poder ser investigado por el máximo tribunal.
El exmandatario de 68 años, que siempre ha alegado inocencia y cuenta con un sólido apoyo popular tras su política de mano dura contra las guerrillas izquierdistas, podría responder por soborno y fraude procesal, delitos que son castigados con un promedio de 8 años de cárcel.
El presidente Iván Duque hizo una férrea defensa de Uribe. "Soy y seré siempre un creyente en la inocencia y honorabilidad de quien con su ejemplo se ha ganado un lugar en la historia", dijo Duque.
GIRO INSOSPECHADO
Uribe, quien había sido interrogado por los magistrados en octubre pasado, terminó enredado en un giro insospechado de la justicia. En 2012 presentó una denuncia contra el senador de izquierda Iván Cepeda por un supuesto complot en su contra apoyado en testimonios falsos.
El líder político sostiene que Cepeda -uno de sus mayores adversarios políticos y testigo en su proceso- contactó a exparamilitares presos para que lo involucraran
en actividades criminales de los grupos de ultraderecha que combatieron a sangre y fuego a las guerrillas.
Pero la corte se abstuvo de enjuiciar a Cepeda y en cambio decidió abrir en 2018 la investigación contra el exmandatario bajo la misma sospecha: manipular testigos contra su opositor. El partido de Uribe, el Centro Democrático, lleva a cabo una intensa campaña mediática para defender la "honorabilidad" de su líder.
Tras diezmar militarmente a las FARC, la antigua guerrilla que firmó la paz en 2016, Uribe se opuso a ese pacto por considerarlo demasiado indulgente con responsables de delitos atroces.