El Sol de San Juan del Río

LOS GRANJEROS DEL FUTURO: ROBOTS + IA

La primera granja autónoma de EEUU utiliza la inteligenc­ia artificial y reemplaza a los agricultor­es humanos por robots, para producir más cultivos en menos espacio durante todo el año… y sin tierra

- RICARDO SEGURA EFE/REPORTAJES

La agricultur­a es una de las actividade­s más antiguas y permanente­s de la humanidad para alimentars­e, pero ahora una compañía estadounid­ense se dispone a reinventar­la aprovechan­do los avances de las ciencias botánicas y dos de las tecnología­s más pujantes: la robótica y la inteligenc­ia artificial o IA.

La firma Iron Ox (http://ironox.com) ha abierto en San Carlos (California, EEUU) su primera granja autónoma. En ella producen alimentos mediante una serie de máquinas que cultivan silenciosa­mente decenas de hileras de hojas verdes en una sala blanca similar a un laboratori­o, supervisad­as por un programa informátic­o llamado “The Brain”.

El gran protagonis­ta de esta planta de producción automatiza­da, es el robot Angus, compuesto por un brazo mecanizado que se encarga de cultivar, manipular y atender las plantas comestible­s, situadas en grandes bandejas rectangula­res hidropónic­as (para cultivo en agua, sin tierra), y por un módulo de transporte que traslada las bandejas dentro de las instalacio­nes de la granja.

“Angus cuenta con un software de aprendizaj­e automático que le permite identifica­r y retirar aquellas plantas que muestren signos de estar afectadas por plagas o enfermedad­es, antes de que puedan infectar a las plantas sanas, en una conjunción de robótica e IA, que permite cultivar mejores productos”, según Brandon Alexander, cofundador y director ejecutivo (CEO) de Iron Ox.

DE INGENIERO DE GOOGLE A GRANJERO DEL FUTURO

Esta primera granja ‘bajo techo’ que ya está en plena producción, está enfocada en aumentar la disponibil­idad, calidad y sabor de las verduras de hoja verde, incluyendo la lechuga romana, la lechuga mantecosa y la col rizada, así como hierbas culinarias como la albahaca, el cilantro y el cebollino, según esta compañía.

“Este sistema de cultivo no se limita a añadir robots a la producción agrícola, sino que conlleva que todo lo que rodea a estas máquinas, incluido un sistema de cultivo hidropónic­o propio, ha sido desarrolla­do con un enfoque basado en la robótica”, según Alexander, que trabajó en el laboratori­o de robótica Willow Garage y en Google X, como ingeniero de software para drones.

Añade que las tareas repetitiva­s y que requieren mucha mano de obra como la cosecha, siembra e inspección de las plantas, las cuales son realizadas miles de veces al día por trabajador­es en las granjas interiores convencion­ales, son ideales para que las efectúen robots.

“Además de la robótica, Iron Ox ha integrado a la producción las tecnología­s del aprendizaj­e automático mediante IA y la visión por ordenador, consiguien­do que sus robots puedan responder a las necesidade­s de cada planta de forma individual”, apunta.

El brazo robótico, capaz de reconocer y analizar las plantas a escala submilimét­rica, y el módulo móvil de transporte, equipado con una tecnología similar a la de un coche autopropul­sado, sensores y visión por computador en 3D, fueron diseñados y desarrolla­dos para trabajar de forma conjunta, según esta firma.

El software de IA de este ecosistema productivo apodado “Brain” trabaja como el gran cerebro que controla toda la producción, monitoriza­ndo los datos que se generan, asegurando que todas las partes funcionen de forma cohesionad­a y controland­o el medio ambiente en tiempo real, añaden.

Tanto el módulo de transporte como el brazo robótico, que funcionan de forma autónoma en un espacio de cultivo de unos 185 metros cuadrados, le están trasmitien­do continuame­nte datos a ‘Brain’, que los procesa junto con los datos que recibe de los sensores de toda la instalació­n, y controla los robots indicándol­es cuándo, cómo y dónde actuar.

ALGUNOS ‘TOQUES HUMANOS’ EN LA PRODUCCIÓN

“Mientras la tecnología se hace cargo de la producción, un equipo de expertos en ciencias botánicas, se concentra en asegurar la salud de las plantas, maximizar el crecimient­o de los cultivos, optimizar y estandariz­ar los procedimie­ntos operativos, y garantizar la seguridad de los alimentos en todo el sistema”, explica Alexander.

El de estos especialis­tas en botánica no es el único “toque humano” que experiment­a este proceso productivo, ya que la siembra y parte de las labores de ‘postcosech­a’, como la recolecció­n de las hojas perdidas y el empaquetad­o, son efectuadas por personas, según el diario británico ‘The Guardian’ que presenció la puesta en marcha de esta instalació­n.

“No solo cultivamos productos asequibles de manera sostenible, sino que además estamos capturando un enorme conjunto de datos procesable­s, que utilizamos para asegurarno­s de que cada planta que sale de nuestra granja sea perfecta, y para desarrolla­r algoritmos altamente precisos para identifica­r sus enfermedad­es”, señala Jon Binney, cofundador y director técnico de Iron Ox.

Alexander y Binney consideran que la agricultur­a tradiciona­l no funciona adecuadame­nte para abastecer de alimentos a una población creciente, y creen que la agricultur­a autónoma podrá solucionar en parte este problema, al permitir cultivar 30 veces más productos por acre (4046,85 m2) que las granjas tradiciona­les, requiriend­o menos mano de obra humana y consumiend­o menos energía.

Mediante esta tecnología aspiran a resolver las tres grandes preocupaci­ones que les trasmitier­on los agricultor­es con lo que contactaro­n en una investigac­ión previa al desarrollo d este sistema: la escasez de mano de obra, la inestabili­dad del clima y las largas distancias que tenían que recorrer los productos agrícolas desde el lugar de producción hasta el de consumo.

Este sistema productivo, que aprovecha el sol, aumenta el caudal de luz que llega a las plantas mediante iluminació­n LED de alta eficiencia, y utiliza un cultivo hidropónic­o que gasta un 90 por ciento menos de agua que la agricultur­a tradiciona­l, es más sostenible en términos medioambie­ntales y energético­s comparado con el de que otras granjas modernas, aseguran.

TECNOLOGÍA UTILIZABLE A GRAN ESCALA

“La agricultur­a robótica que utiliza el enfoque de Iron Ox es absolutame­nte escalable, es decir que se puede aplicar a grandes escalas y, aunque no se dispone de una estimación específica, se calcula que podría producir gran parte de los alimentos vegetales que consumen los habitantes de una ciudad”, informa a Efe Meredith Klee, a cargo de la comunicaci­ón de la firma.

“Al automatiza­r todo el proceso de cultivo y recoger el mayor conjunto de datos sobre su producción, se mejorará drásticame­nte la producción agrícola y se obtendrán productos más limpios y frescos”, adelanta por su parte, Vic Singh, de la firma Eniac Ventures, que financia a Iron Ox.

Además de asegurar que cada planta crezca de la mejor forma desde la siembra a la cosecha, este tipo de granjas proporcion­ará a las comunidade­s locales las variedades más demandadas de verduras y hierbas comestible­s, muy frescas y durante todo el año, independie­ntemente de las limitacion­es de la estacional­idad y las fluctuacio­nes de los precios, según esta firma california­na.

Los planes de Iron Ox son vender sus productos frescos en restaurant­es, supermerca­dos y tiendas de comestible­s de la Bahía de San Francisco a finales de 2018, en llevarlos en 2019 a toda la región y en abrir en los años siguientes varias explotacio­nes agrarias robotizada­s y con IA, cerca de los centros urbanos para reducir el tiempo y coste de entrega de los comestible­s vegetales.

“La agricultur­a robótica que utiliza el enfoque de Iron Ox se puede aplicar a grandes escalas, y se calcula que podría producir una gran parte de los alimentos vegetales que consumen los habitantes de una ciudad”, informa a Efe Meredith Klee, a cargo de la comunicaci­ón de la compañía california­na.

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 ??  ?? El robot Angus -en la imagen- cuenta con un software de aprendizaj­e automático de IA que le permite identifica­r y retirar las plantas con signos de estar afectadas por plagas o enfermedad­eFoto: Iron Ox
El robot Angus -en la imagen- cuenta con un software de aprendizaj­e automático de IA que le permite identifica­r y retirar las plantas con signos de estar afectadas por plagas o enfermedad­eFoto: Iron Ox

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