Defraudación fiscal y tráfico de influencias, las modalidades denunciadas
CDMX. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) denunció a Jesús Murillo Karam, extitular de la Procuraduría General de la República (PGR), por lavado de dinero, en su modalidad de defraudación fiscal y tráfico de influencias.
La denuncia fue presentada el pasado 14 de noviembre ante la Fiscalía General de la República (FGR), tras las investigaciones realizadas por la UIF en torno a los Pandora Papers, una filtración de documentos sobre riqueza y elusión fiscal de funcionarios y actores públicos a nivel mundial.
El análisis de la UIF detectó que Murillo Karam “posiblemente” está relacionado con un esquema de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en donde también estarían involucrados algunos de sus familiares.
Según la Unidad de Inteligencia Financiera, el exfuncionario tiene conexiones con una empresa en la que figuran como socios su sobrino, yerno e hijos, misma que resultó beneficiada con contratos del gobierno federal cuando estuvo al frente de la PGR.
“Se identificó que la referida empresa, en el periodo de 2013 a 2015, obtuvo licitaciones por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y en ese mismo lapso tenía como secretario al hijo del entonces titular de la SCT”, éxplicó la Unidad de Inteligencia Financiera en una tarjeta informativa.
“Posiblemente se trató de un esquema de contraprestaciones mutuas, en donde a través de influencias se benefició con contratos a la empresa familiar”, agregó el organismo a cargo de Pablo Gómez.
La UIF detalló que dicha compañía presentó irregularidades en su constitución, ya que los domicilios manifestados no son acordes con las actividades que reporta.
La empresa declaró al fisco deducciones similares a sus ingresos acumulables, lo que hace “inviable” la manera de sostenerse económicamente, pues tenía ganancias mínimas, pero sus operaciones financieras no eran similares.
Además, se identificó que envió y recibió recursos con empresas simuladoras listadas, conocidas comúnmente como factureras o empresas fantasmas, dando pie al delito de defraudación fiscal.
En 2017, el exfuncionario recibió 2.8 millones de dólares por un retorno de inversión del extranjero, mientras que de 2020 a 2021 colocó en el extranjero 26.5 millones de pesos en cuentas propias, recursos que no fueron declarados al fisco.
“En consecuencia, el 14 de noviembre de 2022 estos indicios se hicieron del conocimiento a la Fiscalía General de la República a través de una denuncia por operaciones con recursos de procedencia ilí
UIF, el exfuncionario tiene conexiones con una empresa en la que figuran como socios su sobrino, yerno e hijos, misma que resultó beneficiada con contratos del Gobierno federal
DÍAS PERMANECIÓ
14 hospitalizado, algunos en terapia intensiva
cita presentada por la Unidad de Inteligencia Financiera”, informó el organismo.
Esta nueva denuncia se suma a la que enfrenta el exprocurador por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en la que se le acusa de desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia.
Por este caso Murillo Karam fue detenido el 19 de agosto de este año al salir de su casa en la Ciudad de México. Fue enviado al Reclusorio Norte donde permaneció hasta finales de octubre pasado, cuando fue trasladado al Instituto Nacional de Cardiología debido a su delicado estado de salud.
Permaneció 14 días hospitalizado, algunos en terapia intensiva, debido a que presentaba riesgo de desarrollar un coágulo que podría desarrollarle una embolia. Luego de ser dado de alta, el exprocurador fue trasladado al hospital Belisario Domínguez, que forma parte del sistema penitenciario. Sus abogados piden prisión domiciliaria debido a su edad y a su delicado estado de salud.