Gran locura
DE AMBOS EQUIPOS ARREBATARON LA SEDE DEL GRAN JUEGO CON SU PECULIAR COLORIDO
Glendale, Arizona.- La NFL se vive diferente. La pasión por uno de los deportes más populares del país simplemente es indescriptible. Son los fanáticos de ambos equipos los que ponen ese plus cuando las horas previas al gran partido se acercan.
Arizona se dividió en dos. El verde y el rojo predominaron en todos lados. Philadelphia y Kansas City convivieron sin ningún problema, pero siempre mostraron el orgullo que sienten por sus respectivas plantillas.
Los primeros en poner ritmo fueron los Chiefs. Una batucada a la entrada principal del estadio State Farm comenzó a sonar muy temprano. Las porritas mostraron sus movimientos para acompañar a la banda, que no paraba conforme veía que la gente se acercaba. KC the Wolf apareció de un momento a otro. Los aficionados lo vieron a la lejanía y de inmediato corrieron a sacarse fotografías con él. No importaba si fueran de los Jefes o de las propias Águilas, la popular mascota aceptó retratarse con cualquiera que se le acercara.
Como las máscaras no podían faltar, fueron los mexicanos los que le pusieron ese toque al Súper Tazón. Una muy peculiar, diseñada con los motivos de los Eagles, se observó, la pose mostró que no sólo amaba la NFL, también el futbol. “Estoy re’contento, es mi primer partido de NFL, saludos al barrio de Tepito”, comentó el aficionado mexicano que se retiró con su hijo a disfrutar del encuentro.
La música se presentó en los escenarios montados en las inmediaciones del inmueble. La gente aceptaba el reto y subían a competir por ser considerados los mejores de cada ronda. Ahí fue cuando inició la batalla entre ambos. La paz se mantuvo y el que perdió supo reconocer a su rival.
Las horas se hacían menos, el estadio se dividió en dos, verdes por izquierda, rojos a la derecha.
La pasión por la NFL fue idéntica al último encuentro de la temporada, un súper domingo cerrado de una súper manera.