Milagros de la Guadalupana
•Sobrevivió a un balazo •“La fe es lo que nos mueve” •“Mis rodillas arden, pero llegaré”
Hace tres meses una bala cruzó su torso; un delincuente quiso despojarlo de sus pertenencias y a sangre fría, descargó la pistola en contra de él… logró sobrevivir, gracias al milagro de su “Virgencita de Guadalupe”.
Gerardo Rocha García, es uno de los fieles católicos, que la tarde ayer recorrido de rodillas la calzada de Guadalupe, desde el Jardín Colón hasta la Basílica, pues cuando se debatía entre la vida y la muerte, le prometió a la morenita del Tepeyac, esta penitencia.
Con voz entre cortada, relató a El Sol de San Luis, que cumplirá su promesa de llegar hincado hasta el templo que guarda la majestuosa imagen de la Virgen de Guadalupe, año con año, pues el milagro que la madre de los católicos mexicanos le regalo, “no tengo con qué pagarlo”.
“Le ofrecí una manda porque tuve un altercado hace tres meses, y le pedí a la virgencita, y le prometí venirme de rodillas, es una manda que le debo a ella, yo soy chofer y sufrí un impacto de bala y bendito a la virgencita, sigo aquí”.
ENTRE LOS MÁS PEQUEÑOS.
Con tan solo 15 años recorre de rodillas un kilómetro de cansado camino; su hermano menor de cinco años la acompaña. Ella es, Brenda Elizabeth Noyola, cada año llega hincada a la Basílica de Guadalupe, para que la virgen la ilumine y continuar sin problemas sus estudios de nivel básico.
En estos tiempos, cuando los valores se están perdiendo, Brenda considera que la fe, es lo que mueve el mundo. Llega cada 11 diciembre a ofrecer este sacrificio, que para ella es mínimo, en comparación, con todo lo que la virgen y Dios le regalan.
LA VIRGEN SALVÓ A SU MADRE Desde hace tres años, cumple la manda que hizo con la virgen, a cambio de salvarle la vida a su madre; quien le dio la vida tuvo un fatal accidente que estuvo “a punto de arrancarle la respiración”.
María Sánchez, llevo a cabo su recorrido acompañada del menor de sus hijos, Jesús, quien se unió a ella, para pedirle a Dios y la Virgen de Guadalupe, por la salud de su abuela; “él vio que estoy demostrando nuestra fe y decidió seguirme”.
“Es una manda por la salud de mi mamá, tuvo un accidente grave y gracias a Dios está aquí. Siento un poco de dolor pero estoy con muchos ánimos, de seguir adelante, y llegar hasta, a ver a mi virgencita”.
DE RODILLAS POR SU SALUD Desde hace tiempo presenta problemas de salud, y Enrique Morales apoyado por sus sobrinas decidió cumplir la promesa que hizo con la Virgen de Guadalupe, de llegar hincado hasta las puertas de la Basílica.
Al igual que decenas de fieles, Enrique, se armó de valor y de fuerza y recorrió mil metros de adoquín, que raspó sus rodillas y rompió sus pantalones, “ya me ayudo ahora tengo que cumplir con mi palabra”.
“Mis rodillas arden, pero espero la Virgen me de licencia de terminar el camino, aguantar el cansancio, le pido por toda mi familia, que estemos bien principalmente salud, porque ya lo demás viene por añadidura”.