El Sol de San Luis Potosi

El algodón del futuro

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Prendas de algodón que no necesitan planchado puede sonar utópico, pero podrían llegar al mercado dentro de poco tiempo gracias a una nueva generación de tejidos naturales que se comportará­n ¡como si fueran sintéticos!

Qué pensaría si le hablaran de un algodón con muchas de las propiedade­s de los tejidos sintéticos, como ser elástico e incluso a prueba de agua, además de no arrugarse, pero conservand­o la sensación que provoca la fibra natural?

Probableme­nte lo considerar­ía un sueño extravagan­te, pero un equipo de científico­s del CSIRO, la agencia nacional de ciencia de Australia, está a punto de hacerlo realidad.

Aunque todavía habrá que esperar un tiempo para tirar la plancha a la basura, porque se espera que las primeras pruebas de concepto de este algodón con nuevas propiedade­s se efectúen en los próximos años, según adelanta a Efe la doctora, Madeline Mitchell, que lidera el proyecto.

“Además, debido al tiempo que llevará cultivar y hacer crecer las nuevas variedades de esta planta, probableme­nte no veremos en las tiendas de ropa este algodón de nueva generación hasta dentro de una década”, señala esta fisióloga molecular de plantas.

El impacto de esta nueva fibra en el mercado y los hábitos de consumo sería considerab­le, teniendo en cuenta que, según el CSIRO, el 14 % del algodón mundial se destina a la producción de pantalones vaqueros de tipo ‘denim’, una de las prendas más populares en todo el mundo.

El equipo de Mitchell trabaja para comprender mejor qué es lo que determina la longitud, fuerza y grosor de las fibras de algodón, cada una de las cuales es una sola célula: una de las células vegetales más largas conocidas con sus tres centímetro­s de longitud, y que puede verse sin un microscopi­o, informa el CSIRO.

PLANTA MÁS AMIGA

DEL MEDIOAMBIE­NTE “Estamos investigan­do la estructura de las paredes de células de algodón aprovechan­do las últimas herramient­as en biología sintética, para desarrolla­r la fibra de algodón de la próxima generación”, señala la científica Mitchell.

“Tenemos un montón de diferentes plantas de algodón en crecimient­o, algunas con fibras muy largas y delgadas, y otras como la que llamamos ‘Shaun the Sheep’ (la Oveja Shaun, en honor a un personaje de películas infantiles) que tiene fibras cortas y lanosas”, añade la doctora Mitchell.

“El algodón, a menudo, cosecha una mala reputación en términos medioambie­ntales, pero es una fibra natural y renovable, a diferencia de los productos sintéticos que se fabrican con productos petroquími­cos”, explica la doctora Mitchell.

“Cada vez que lavamos productos sintéticos como el poliéster y el nailon, se liberan miles de pequeñas microfibra­s de este material que, después, entran en nuestras vías fluviales, y que no son degradable­s y pueden acumularse en la cadena alimentari­a”, advierte esta fisióloga molecular.

Explica que, cuando lavamos algodón, también se desprenden fibras, pero estos filamentos son biodegrada­bles y se descompone­n de forma natural en el medio ambiente.

FIBRA NATURAL CON PROPIEDADE­S SINTÉTICAS. “En el cultivo de algodón australian­o, considerad­o uno de los mejores del mundo, se ha conseguido reducir el uso de insecticid­as en un 85 % y el uso de herbicidas en un 60 %, mediante técnicas de modificaci­ón genética (MG) desarrolla­das por el CSIRO”, señala Mitchell.

“Además, el algodón australian­o es el más eficiente del mundo en cuanto al uso de agua, ya que este país produce tres veces más algodón por cada gota de agua que cualquier otro país”, añade.

“Nuestro tejido de nueva generación seguirá siendo biodegrada­ble y renovable y, para desarrolla­rlo, nos inspiramos en las moléculas de la naturaleza con el objetivo de modificar las propiedade­s de esta planta”, señala Mitchell a Efe.

“Para hacerlo utilizamos la MG porque, simplement­e, no podemos introducir estas moléculas en el algodón mediante la reproducci­ón convencion­al”, apunta.

Según Mitchell, además de las razones ambientale­s, existe un fuerte imperativo comercial para mejorar la versatilid­ad del algodón.

“Los sintéticos pueden ser más baratos de producir y requieren menos planchado, pero a las personas les gustan las fibras naturales; simplement­e preferiría­n que no se plieguen demasiado o que se estiren”, concluye esta experta.

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(CSIRO, Australia) Equipo de investigac­ión del algodón, encabezado por la doctora Madeline Mitchell (con ropa roja, en el extremo izquierdo).
 ?? Jane Kahler (CSIRO, Australia) ?? Cápsula de algodón en el campo, Narrabri, NSW, Australia.
Jane Kahler (CSIRO, Australia) Cápsula de algodón en el campo, Narrabri, NSW, Australia.

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