Un desconecte irreverente
Rojo y negro fueron los colores dominantes en el escenario del Teatro Metropólitan, en donde se presentó el pasado jueves Molotov, en su primer concierto de las tres como parte de su gira Unplugged: El desconecte.
El desfile de las personas que buscaban sus asientos comenzó desde temprano, emocionados por ver el show que su banda favorita preparó en abril pasado.
Pasados 40 minutos de las 20 horas, Tito, Micky, Randy y Paco subieron al escenario iluminados cada uno su camino con un quinqué en mano el cual soltaron para tomar sus instrumentos y arrancar con Here we kum.
Desde el inicio de Amateur (Rock me amateur), los rockeros hicieron lo suyos al hacer vibrar con la potencia de las guitarras y el bajo al público que les correspondió con un unísono oh oh oh qué hizo retumbar las paredes del recinto.
Como si se tratara de un ensayo entre cuates, los integrantes más allá de preocuparse por dar un discurso político, o dirigir algunas palabras al público, fueron los mismos de siempre, molestándose porque “se adelantó” o porque cantó un verso que no iba, una dinámica que sin duda, el público agradeció con aplausos y gritos.
Micky fue el encargado de amenizar entre canción y canción la primera tocada del año de los veteranos del rock mexicano, que a más de dos décadas de sus inicios continúan conquistando nuevos públicos, ya que se vio entre las butacas del lugar a un gran número de jóvenes que acudieron al llamado y se desconectaron durante dos horas de buen rock.
Momentos emotivos ocurrieron, como cuando el señor Francisco Ayala, (papá de Paco) subió al escenario para contemplar y disfrutar del espectáculo desde el mejor ángulo, desde ahí escuchó temas como DDT, Frijolero, Mátate Teté, entre otras.
Durante más de dos horas los amantes del rock disfrutaron de la irreverente banda, que ante un lleno total puso a bailar y cantar con sus éxitos como Voto latino, Hit me, Cerdo y Marciano.
Micky fue el encargado de amenizar entre canción y canción la primera tocada del año de los veteranos del rock mexicano, que a más de dos décadas de sus inicios continúan conquistando nuevos públicos