Perdió el rumbo
ALAN MOZO ACEPTÓ QUE TRAS SU INDISCIPLINA LLEGÓ A DESCONOCERSE; TAL VEZ FUE POR LA PANDEMIA
Alan Mozo se puso en el ojo del huracán por ingerir bebidas alcohólicas cuando tendría que estar en su casa porque así lo dicta el protocolo de la Liga MX y el de Pumas. Su castigo fue estar aislado, no entrenar y perderse los partidos ante Querétaro y Atlas. Él, si mira en retrospectiva, no se reconoce. Aceptó que la pandemia le afectó y que hubo un momento en el que no se reconoció y se desvió del camino.
“No siento que perdí el piso en creerme más de lo que soy, pero sí perdí el deseo de trascender. Te dejas guiar por el momento y no por lo que quieres. Cuando pasó esto de Cruz Azul, la pandemia me afectó bastante, porque subí de peso, de grasa y me pinté el pelo, pierdes la importancia del momento. Eso fue un parteaguas para preguntarme qué es lo que quiero y lo que estoy haciendo mal. A partir de ahí me di cuenta de todo lo mal que estaba. Esta situación que acaba de pasar me da mucha impotencia, porque se cae todo el trabajo de meses o años”, comentó.
En una de sus charlas más sinceras y abiertas, Mozo no se ve como una persona que tenga un problema con el alcohol, aunque en sus indisciplinas sea un factor en común. En el pasado, cuando Míchel González era entrenador del equipo, el lateral llegó en estado inconveniente a un entrenamiento y también fue separado del grupo como medida disciplinaria.
“No me considero nadie dependiente al alcohol ni lo necesito para pasármela bien. Nunca he manejado borracho ni tengo situaciones de esas, pero es algo que nunca terminas de aprender a manejarlo. Ya cuando esté de 37 años, una medalla de oro de los olímpicos y los mundiales, ahí nadie me puede decir nada, pero mientras no, no es eso lo que quiero”, señaló.
Aunque algunos rumores apuntaron a que Mozo ya cansó a la directiva de la institución por sus constantes problemas, el canterano de Pumas reiteró que siempre hubo apoyo por parte de los altos mandos. No negó que su deseo es seguir con la playera auriazul, por lo que espera que las versiones no sean ciertas.
“Me expresaron su apoyo en cuanto a los momentos difíciles. No comparten lo que hice, porque no son los valores. Acaté sus sanciones y consejos. Pumas es muy humano y tienen el tacto para decir las cosas. Hablé con ellos, me escucharon y me creyeron. Espero no tenerlos cansados y dudo mucho que sea así. Jesús Ramírez habló conmigo y me dijo que le tenía que poner el pecho a las balas”, confesó.
El apoyo lo sentí de forma incondicional, sobre todo de la gente que me conoce, que ve cómo batallé y lo que me costó llegar hasta aquí. Espero ya no cometer más errores”
ALAN MOZO JUGADOR DE PUMAS