El consumidor del futuro, comportamiento y emocionalidad
Todo parece indicar que estudiar los cambios en el comportamiento del consumidor es la clave para que las empresas logren generar una mayor conexión con sus clientes y de esta manera, obtener una fidelidad a largo plazo. La construcción de conexiones con el consumidor es una parte del rompecabezas del éxito, debe ser un objetivo primordial en la estrategia de una marca. En ocasiones, se ha llegado a considerar mucho más importante esta conexión, que incluso aspectos como los atributos de la marca o el contenido de sus campañas de comunicación. Dicho esto, hoy en día el comportamiento del consumidor ha cambiado gracias a la tecnología y a la búsqueda de hacer una vida más fácil. Las expectativas cada vez son más altas debido a que el consumidor del futuro tiene más conocimientos digitales, de esta forma se genera un criterio más amplio a la hora de tomar una decisión.
En un futuro, la emocionalidad en el consumidor hará que su comportamiento sea más voluble y su fidelidad a una marca cambie en cualquier momento. Al ser más selectivos buscarán que las empresas desarrollen sistemas de seguimiento y de atención al cliente, donde se pueda tener una mayor exactitud en lo que se les está ofreciendo. Unos ejemplos de cómo las empresas podrían proyectar una lealtad más amplia a futuro es mediante estrategias como: souvenirs digitales con un programa de fidelización, una incorporación del metaverso en sus marcas e implementar sistemas de inteligencia artificial que puedan determinar con mayor precisión el perfil del consumidor. Un aspecto muy importante a considerar es que los consumidores buscan formar parte de una comunidad, de compartir gustos y admiraciones, pero sobre todo de sentirse partícipes en algo. Por otro lado, hoy más que nunca se dejan guiar por figuras públicas que lo que buscan es orientar en una compra. Los influencers digitales serán los encargados de implementar tendencias y transformar las decisiones de los clientes potenciales a los que las marcas se enfrentarán.
Se dice que a partir del 2024 se hará un gran ajuste en el perfil del consumidor que habrá en el mundo, cada uno guiado por motivaciones personales. Los “controladores” serán los que estarán abrumados por tanta información y le tendrán miedo al cambio, su principal objetivo será encontrar un equilibrio entre su vida laboral y personal. En contraste, existirán los “interconectados”, son los que estarán en contra de la productividad pero sin ser flojos, se enfocarán en buscar un estilo de vida fraccionado. A su vez, los “creadores de recuerdos” preferirán el deseo de estar en el presente más que el de la perfección, se centrarán en aprovechar el tiempo perdido con acciones que motiven su vida social y laboral. Finalmente, “los optimistas tecnológicos” serán los consumidores que utilizarán una mezcla de actividades digitales y presenciales.
Los “sentimientos” del consumidor del futuro tendrán una gran impacto en la manera en la que promocionan las marcas, es así que se deben de considerar cada uno de ellos. El “shock del futuro” es el primero de ellos, gracias al avance tecnológico no habrá barreras entre el mundo físico y digital, es por esto que se creará una sensación de ansiedad por la velocidad de los cambios. La “sobreestimulación”, nacida a causa de la pandemia, creó una revolución sensorial a raíz del aislamiento y los cambios en los hábitos sociales y de trabajo. De esta manera las personas modificarán la forma en la que usan sus sentidos para interactuar con el mundo, las personas estarán más unidas que nunca mediante el uso de: redes sociales , ecommerce y entretenimiento digital. El optimismo trágico tendrá que ver en cómo las personas se sentirán abrumadas por una cultura de superación y tendrán miedo de volver a una normalidad que ya no se ajuste a sus aspiraciones. La más importante de ellas será la “fascinación”, ya que con ella se aumentará el enfoque de las personas en el presente. Se considera que cuando las personas son más conscientes del momento presente, las experiencias que tengan serán más plenas.
En resumen, las empresas deben de hacer una reestructuración en su forma de conectar con sus consumidores, buscar herramientas tecnológicas que faciliten la identificación de un perfil más exacto, apoyarse de figuras públicas para generar reconocimiento y credibilidad, crear campañas enfocadas a las motivaciones y aspiraciones de cada tipo de cliente. Los sentimientos serán los encargados de guiar el camino que la comunicación de cada empresa deberá de tomar, para construir la lealtad con sus consumidores.
Estar informado de lo que sucede en el mundo, guiarse por tendencias y ajustarse a los nuevos hábitos de consumo hará que el éxito de una marca sea más alcanzable y que su nombre sobresalga de los demás competidores.
SEMBLANZA Diego de Santiago Estudiante de 9no Semestre de la carrera de Mercadotecnia y Comunicación en Campus San Luis Potosí. Acreedor al reconocimiento “Top 100 Business Students” de la región Centro Sur, dos años consecutivos. Fotógrafo profesional.