Débil Estado de Derecho en México
La debilidad del Estado de Derecho impacta negativamente las vidas de los mexicanos y es uno de los pendientes en la agenda. “Sí se puede cambiar, es difícil pero no imposible. El país se encuentra hoy en una coyuntura única para consolidar sus instituciones y garantizar el cumplimiento de la ley”, afirmó Alejandro Ponce, jefe de Investigación del World Justice Project, al presentar el Índice de Estado de Derecho en México 2018.
El Sol de México adelantó en su edición impresa de ayer las conclusiones de este reporte, que arrojó que ninguna entidad obtuvo un puntaje mayor a 0.5 en una escala de 0 a 1, donde 1 representa mayor adhesión al Estado de Derecho. Yucatán ocupa la primera posición en el informe. Le siguen Aguascalientes y Zacatecas.
Corrupción, seguridad y justicia, son las áreas que requieren atención urgente en el país, dijo Ponce, quien trabajó como investigador en la Universidad de Yale y como economista en el Banco Mundial.
En contraste, Guerrero, Baja California Sur y el Estado de México están en el fondo de la clasificación.
En el panel que siguió, la investigadora en el WJP, Layda Negrete, quien refirió que Yucatán tiene índices de seguridad que se asemejan a los de los países europeos.
Ana Laura Magaloni, profesora e investigadora del CIDE comentó que debe haber una profunda regeneración de las Fiscalías y luego poner a prueba a los Tribunales.
“La única manera de cortar la espiral de violencia es entrar a procesos civilizatorios y que el Estado debe tener un nuevo discurso de entender las violencia. En suma, cambiar el modelo”.
Y en esto de cambiar el modelo, coincidió Mariclaire Acosta, presidenta del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción. “Nos va a costar mucho tiempo y trabajo construir el Estado de Derecho, pero vamos por buen camino”, confió.