El Sol de Sinaloa

DIGNA DE CAMPEÓN

UNA ESPECTACUL­AR APERTURA TUVO TOMATEROS DE CULIACÁN EN SU ESTADIO

- JAVIER MORENO HERNÁNDEZ

Como solamente Tomateros de Culiacán sabe hacerlo, así fue la apertura de la Liga Mexicana del Pacífico en esta ciudad ante un repleto estadio de beisbol. Y es que poco más de ocho meses son los que tuvieron que pasar para que la fiesta número uno de Culiacán esté de regreso.

La apertura tenía que ser espectacul­ar, porque era para la mejor afición de México y para el equipo campeón, los Tomateros de Culiacán, quienes van por todo en esta nueva aventura y sin duda alguna la misión es no dejar ir el trono que se logró apenas en el mes de enero.

Las puertas de la majestuosa casa de los Tomateros de Culiacán se abrieron en punto de las cinco de la tarde, y una hora después el inmueble estaba casi lleno, pero justo a las siete de la noche cuando se inició con la ceremonia, ya no había lugar para nadie en la catedral del beisbol.

Ceremonia corta, pero vibrante, especial, sin hacer a un lado ningún detalle, todo debidament­e programado, no faltó nada, tampoco sobró algo, toda la afición se miraba conforme, familias enteras estaban ahí, así es el beisbol en nuestra ciudad.

El acto protocolar­io fue rápido, se presentó Marcos y Héctor Ley López como directivos de Tomateros; al presidente de la Liga Mexicana del Pacífico, Omar Canizales, y al mandamás de la Confederac­ión del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera.

Ambos equipos pasaron a tomar su lugar en el terreno de juego, y claro, con la más singular forma de presentar del “Caifán”. Para los Honores a la Bandera se contó con la banda de música de la Novena Zona Militar, quienes además para el beneplácit­o de los presentes también amenizaron notas clásicas de nuestro estado.

Pero sin duda alguna, fue cuando en la pantalla gigante del estadio se presentó un video para recordar la forma como Tomateros se había coronado en la temporada anterior venciendo al rival de la noche, los Mayos de Navojoa.

Todo estaba por terminar, el momento esperado por la mayoría había llegado, se escuchó el primer estruendo, y del terreno de juego comenzaron a brotar los fuegos artificial­es que iluminaron el cielo, parecía una fiesta interminab­le, un carnaval, pero todo estaba debidament­e programado, los bailes siguieron, y todo llegó a su fin, o el principio, porque la mesa estaba puesta para ser testigos del primer juego de la temporada, eran las 20:10 horas y se cantó el playball.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico