Cemento sólido
EN CASO DE QUE SANTOS Y AMÉRICA EMPATEN, LA MÁQUINA RECIBIRÁ EN CASA TODAS LAS SERIES DE VUELTA
El cemento del líder es sólido. Ni el aullido del Lobo fue suficiente para resquebrajarlo. Cruz Azul volvió a demostrar que en el Azteca nadie puede con ellos. En todo lo que va del Apertura 2018, La Máquina no ha conocido la derrota como local, dato que empata al del Invierno 98 con 25 puntos en casa y en el papel de invencible.
Leonardo Ramos adelantó a la BUAP, pero el momento goleador de Martín Cauteruccio y la sorpresa de José Madueña le dieron un tinte azul al encuentro, 2-1 final. Los celestes verán muy de cerca el juego de hoy en el TSM Corona.
En caso de que Guerreros y Águilas igualen, los cementeros recibirán las vueltas en el maltratado césped del Coloso de Santa Úrsula, mítico inmueble en el que, pese a todo, han sabido sacarle jugo.
EL JUEGO
Los rieles en el andar de La Máquina descontrolaron al equipo cementero.
El mal estado del césped del estadio Azteca desmotivó a una escuadra que vivió sus peores minutos del torneo en el amanecer del encuentro.
Cruz Azul no dominó como en el pasado. Es cierto que Toño Rodríguez tapó un par, pero el verdadero peligro llegó en el área de Chuy Corona.
Una escapada de Chirinos le abrió la puerta al Lobo mayor. Leo Ramos confirmó su buen momento. El 29 de la jauría se levantó sobre su marcador y aulló ante Corona para adelantar a la visita.
La sorpresa se gestaba en Santa Úrsula,
aunque el Coloso no dejó de creer. La bofetada poblana sacudió al líder del torneo y lo hizo reaccionar. Pedro Caixinha le metió leña al motor de su Máquina y fue al ataque sin freno.
Poco a poco Lobos se vio encerrado en su terreno. Elías estuvo cerca en un disparo. El “Piojo” Alvarado no se escondió y también probó al ex arquero de Chivas.
La mala puntería se sacudió en los pies del goleador celeste. Martín Cauteruccio aprovechó un rebote en la zaga y prendió el balón con rencor. Toño Rodríguez se tiró en búsqueda del esférico, pero no fue suficiente, sólo la red detuvo el fogonazo.
Caixinha se levantó de su banca con mucho ánimo. El portugués exigió más la ofensiva de su equipo. Marcone y Salas presionaron a la salida. Cruz Azul ahogó a su rival en su propio campo.
El apremio dio resultados. El “Patrullero” Hernández controló el balón. Elías parecía que lo perdía en la última zona. Su velocidad le dio para rescatarla y mandar un centro a segundo palo. Un héroe inesperado apareció en el área chica. Madueña recorrió desde su lateral derecha hasta el área chica lobezna para darle la ventaja a los celestes. ¡Gol de Cruz Azul! La BUAP no reaccionó. Los cementeros lucieron sólidos. El ataque continuó. Sólo César Ramos detuvo el andar celeste. El descanso arribó.
La llegada del complemento no cambió la tónica del encuentro. Édgar Méndez se
convirtió en el protagonista del encuentro. Sus múltiples fallas en pases y desbordes sacaron molestia en la mayor parte de los seguidores locales.
Caixinha leyó el momento del partido. Primero sacó al luchón Cauteruccio por el “Topo” Rentería. Y después, con el afán de reconocer el buen partido que tuvo, el lusitano retiró a Elías. El Azteca se puso de pie para aplaudir al incansable volante. Pese a que no le gustó el cambio, Hernández aplaudió al respetable las muestras de cariño.
El adiós de ambos le dio vida a Lobos. Palencia ingresó a Yago Da Silva y Gabriel Cortez. Los centros llovieron en el área de Corona. Chuy tapó tres seguidos, e incluso se llevó un duro golpe con el “Maza” Rodríguez. El arco no se abrió más.
El reloj expiró sin darle una última al visitante. No hubo más, La Máquina no cedió la cima, y para colmo, si América empata en su visita a Torreón, asegurará la fiesta grande en casa para los juegos de vuelta. Sí, este equipo va en serio.