Educar sobre dos ruedas
En Culiacán hace falta que las ciclovías cambien el comportamiento de la ciudad y su movilidad
En Culiacán hace falta cambiar la cultura de la movilidad porque automovilistas, peatones, ni los mismos ciclistas tienen educación vial.
Ni los automovilistas, ni los peatones, ni los mismos ciclistas tienen cultura vial a la hora de transportarse por las distintas calles de la ciudad, mismas en donde en 2019 se reportaron 182 atropellamientos a peatones y 23 colisiones contra ciclistas, según el Anuario Estadístico de Siniestralidad Vial realizado por Mapasin y, aunque la cifra no es alta, es importante de mencionar ya que conforma un alto porcentaje en cuanto a lesiones y muertos “en sitio” con el 36 por ciento.
A pesar de que la cultura vial es algo que se necesita en la sociedad, Luis Ángel González Valenzuela, coordinador de proyectos de Mapasin y especialista en Pensamiento Estratégico Urbano asegura que eso sería el último escalón en una lista de prioridades, ya que antes de poner en marcha algo como eso es necesaria la realización de normativa, ajuste de presupuestos, planeación y realización de proyectos, seguimiento y, por último, la participación ciudadana.
“Hay que educar, pero educar con infraestructura. La infraestructura genera comportamientos en las ciudades, y una ciudad bien diseñada para todos los usuarios generará comportamientos de orden”, dijo Luis Ángel González Valenzuela.
Este 3 de junio las Naciones Unidades instauraron el Día Mundial de la Bicicleta, y con ello se pretende contrarrestar el excesivo uso del transporte de combustión interna que tanta contaminación arroja al planeta.
MUY POCO
En Culiacán, se cuenta con un total de 27.5 kilómetros lineales de infraestructura ciclista, en donde 16.9km de ciclovía se encuentran destinados principalmente para movilidad, 10.18km están destinados para uso recreativo, y 0.37km en puentes bimodales.
Estas ciclovías se encuentran ubicadas en el bulevard Rolando Arjona y la salida a Imala, así como en los alrededores del Jardín Botánico, Ciudad Universitaria y la zona recreativa dentro del parque Las Riberas, todas estas vialidades con deficiencias de diseño y seguridad para las y los ciclis
tas así como nula conectividad entre ellas.
“No solamente la ciclovía es estructura ciclista (…) existe desde señalítica vertical, la cual indica la presencia de ciclistas, también carriles compartidos, en donde se hace una pinta en el suelo de manera horizontal y lo que busca es visibilizar al ciclista en la calle”, explicó.
Ante la escasez de infraestructura ciclista, los usuarios de este medio de transporte se han visto en la necesidad de invadir banquetas o buscar otra manera de transportarse por las vialidades debido al peligro que yace al transitar por los carriles de auto.
“Se me hace hasta más seguro moverme en sentido contrario poder ver los carros de frente, me facilita mi toma de decisiones al momento de mover el manubrio de mi bici”, manifestó Manuel Palomares, ciclista.
Aseguró que al andar por las calles los autos se acercan demasiado a las bicicletas a alta velocidad y los hacen caer, por lo que consideró necesario que los automovilistas mantengan una distancia de por lo menos metro y medio de los ciclistas, ya que cree así es más seguro para todos.
“Es un criterio de seguridad que toman los ciclistas, si está ocurriendo de esa forma es porque está ocurriendo una demanda de seguridad y desplazamiento que debe ser atendido, entonces habría que valorar cómo responde el diseño de la vialidad”, opinó González Valenzuela.
LA BICILETA EN LA PANDEMIA
Con el impacto de la pandemia en la ciudad, la bicicleta se transformó en un medio de transporte más seguro y sano para las personas ya que, de esta manera mantenían la Sana Distancia y evitaban el contacto con el virus en el transporte público urbano.
“La bicicleta como medio de transporte es un gran aliado para la movilidad en nuestras ciudades y consideramos que no
deberíamos necesitar una situación como esta para darnos cuenta del gran valor que tiene la bicicleta y el impulso al ciclismo urbano”, dijo el coordinador de Mapasin.
Ante esta situación, ciudades como Bogotá, habilitaron 117 km de ciclovías temporales para facilitar el traslado de los ciudadanos con el tema de la contingencia sanitaria, mientras que en una ciudad más cercana como lo es Puebla, se lanzó una consulta ciudadana para implementar una ciclovía y estructura ciclista en calles estratégicas, mismas medidas que se buscan impulsar en Culiacán a través de una mesa de gobernanza entre Mapasin, IMPLAN, la Dirección de Vialidad de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Vialidad.