Buscan romper con la desigualdad de género
La arquitecta Eliza Lira García lidera un importante proyecto hotelero en la zona de la Isla de la Piedra de Mazatlán con un equipo que es dominado por mujeres
Eliza Lira García es una de las 80 mujeres que trabajan en el sector de la construcción en el puerto de Mazatlán. Ella llegó a esta ciudad procedente de Miguel Auza, en el estado de Zacatecas, hace dos años, con sus maletas llenas de sueños, ilusiones y muchas ganas de destacar en un mundo que históricamente ha sido ocupado por los hombres.
Al día de hoy, más de 169 mil mujeres trabajan en el sector de la construcción en México y más de 97 mil participan en trabajos relacionados con albañilería.
La joven de 25 años de edad es una de ellas y gracias a su dedicación y esfuerzo se colocó en la coordinación de un importante proyecto hotelero en el que tiene a su cargo a otras mujeres que también buscan ganarse un lugar en el ramo.
Históricamente, las mujeres del sector trabajan en un entorno de acoso, discriminación y exclusión y aunque en la última década han ganado terreno en puestos directivos, la desigualdad de género aún está muy marcada.
Incluso, el mercado laboral en general es desigual para las trabajadoras. En el sector de la construcción solo cuatro de cada 10 puestos son ocupados por mujeres, en el minero la proporción es de 14 por cada 100 plazas, mientras que en el segmento de transportes es de 9 por cada 100, de acuerdo con las cifras dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A ROMPER LAS BARRERAS
Desde hace año y medio, Eliza trabaja en la empresa G y T del Pacífico, donde empezó como encargada de seguridad en un importante desarrollo inmobiliario en la Zona Dorada.
Hoy es superintendente en la construcción del hotel de la cadena internacional Dreams que se construye en el complejo Estrella de Mar en la Isla de la Piedra de Mazatlán.
Ella se encarga de la supervisión de la obra civil, acabados y cobranza. Tiene a su cargo a 120 trabajadores y su equipo está conformado por siete mujeres arquitectas e ingenieras y dos hombres.
"Es un proyecto muy importante, ya casi se termina la obra civil, ahí nos tocó construir dos torres del hotel desde cero, desde la cimentación, y ahorita nos dieron la parte de acabados, ha sido una gran experiencia con la que he demostrado lo que las mujeres pueden lograr", dice.
“La inclusión de las mujeres en mandos medios y altos en el sector de la construcción en general va avanzando, pero todavía falta mucho por hacer, sin embargo, hay grupos, como Pinsa, que le están apostando al ramo hotelero, cuidan mucho el valor hacia las mujeres, es inclusivo y eso hace que las mujeres se desenvuelvan en estos espacios de trabajo”.
El trabajar con otras chicas ha sido un gran aprendizaje y aunque han tenido que enfrentarse a la discriminación, burlas y hasta agresiones, su unión ha hecho que salgan adelante.
"Traigo a mis chicas conquistando, ellas la están rompiendo en todos los aspectos y la verdad es que hay muchas ingenieras y arquitectas y ya se les está dando la oportunidad y el proyecto va caminando bien", comenta.
“Para nosotras es doblemente difícil, porque muchas de nosotras también estamos al frente de un hogar, regresamos a nuestras casas y seguimos trabajando en las labores domésticas, es cansado, pero al final del día es gratificante que poco a poco vamos rompiendo las barreras de la desigualdad de género que se vive en el sector de la construcción”.
De acuerdo a los resultados del último Censo Económico del año 2017, los porcentajes de participación de la mujer en la industria de la construcción en México, apenas alcanzan el 10.9 por ciento, mientras que en el caso del estado de Sinaloa es el 8 por ciento.
RESPONSABILIDAD Y APRENDIZAJE
“Un proyecto tan grande es una gran responsabilidad, porque las actividades son diferentes y es más difícil el control, por lo que te tienes que respaldar en tu equipo y entender que cada persona tiene su función, porque si se rompe esa cadenita las cosas empiezan a salir mal, por eso es que debe de existir mucha comunicación entre todos”, señala.
"Yo me he equivocado un montón de veces, pero la empresa me ha dado esta gran oportunidad que tengo que aprovechar al máximo, el aprendizaje ha sido enorme, ahora me siente segura en el proyecto y con la capacidad de poder dirigir a mi equipo, estoy aprendiendo nuevas herramientas, aunque reconozco que todavía me falta mucho".
Asegura que en el tema del respeto se ha avanzado mucho, pero que ella se ha enfrentado a amenazas de trabajadores que están inconformes por alguna decisión que ella ha tomado.
“Me he enfrentado a problemas de que se enojan contigo por algo y como somos en el equipo la mayoría mujeres, te ven más vulnerable y de eso se agarran muchas veces, piensan que te va a dar temor, por ser mujer, pero siempre con el diálogo hemos sacado adelante los problemas que se presentan”, explica.
“Lo más difícil en este proyecto ha sido el proceso de la cobranza, los dineros, porque eso afecta desde el patrón hasta el peón y tienes que asegurar el pago de la nómina, eso es lo principal en esto. A los trabajadores no les puedes quedar mal y eso es lo que me ha quitado el sueño en muchas ocasiones, pero siempre he encontrado una solución”.
La joven arquitecta una vez que termine este proyecto le gustaría estudiar una maestría en Cobranza, continuar en la empresa y aprovechar nuevas oportunidades para en un futuro poder emprender su propio negocio en el que también la acompañarán más mujeres.
PRESENCIA FEMENINA EN EL SECTOR CONSTRUCTOR
A pesar de que en los últimos años el esfuerzo por lograr la inclusión en el sector de la construcción ha sido apremiante, aún se está lejos de lograrlo.
El Banco Mundial, en su informe “La participación laboral de la mujer en México”, detalla que en 2020, tan solo el 45% de las mujeres tenían una participación laboral activa en el país, comparado con 77% para los hombres.
En los últimos años, la industria de la construcción ha trabajado en lograr mayor equidad en el sector, pero debido a los roles de género que están impuestos, no solo en la industria, sino en la sociedad en general desde hace muchos años, ha sido muy complicado. y muchas veces parece que no se avanza.
Incluso, muchos de los empleos a los que pueden acceder las mujeres en el sector de la construcción se limitan a labores de limpieza, cocina o remoción de escombros; y en menor medida tienen accesos a cargos de mayor rango.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) agremia en todo el país aproximadamente a 11 mil 800 empresas, de las cuales mil 746 están representadas por mujeres, que equivale al 14.7% del total.