Cambio climático afecta a especies migratorias
El inusual clima podría afectar los movimientos de algunas especies
WALTON ESTRADA PRESIDENTE DE COBEA
Estos cambios en la temperatura tan severos sí repercuten en especies de sangre fría y migratorias”
El pelícano blanco arriba al sur de Tamaulipas entre enero y febrero procedente de Canadá.
Aves y reptiles se han visto afectados por la intensa temporada de frío que se ha registrado en el noreste mexicano durante la presente temporada invernal, lo que podría generar una modificación severa en su modo de comportamiento migratorio.
Entre diciembre del 2017 y febrero del 2018 las temperaturas que se han alcanzado hasta cero grados centígrados en la parte sur de Tamaulipas han provocado variaciones en los movimientos de especies como pelícanos blancos y patos, mientras que iguanas han sufrido hipotermia.
El presidente de la asociación Conservadores de la Biodiversidad y Educadores Ambientales (Cobea), Walton Estrada Aguillón, aseguró que “estos cambios en la temperatura tan severos sí repercuten en especies de sangre fría y migratorias”.
Durante enero la organización ambientalista atendió en el Centro de Estudios Tecnológicos del Mar, con sede en Ciudad Madero, a reptiles, principalmente iguanas, entumidas por el frío, “se trabajó en labores de rehabilitación por el calor, generando que en su mayoría volvieran a su espacio natural”.
En el caso de aves como patos y pelícanos blancos que arriban entre enero y febrero al sur de Tamaulipas huyendo del frío de Norteamérica, estas temperaturas bajas podrían ocasionar que sigan su rumbo hacia el sur en busca de climas más cálidos.
“Se estarían interrumpiendo los ciclos naturales, bajarían más al sur en busca de calor, dejando su presencia en esta región, que es considerada una zona de paso en su ruta de Canadá al sur de México e incluso a Sudamérica”, dijo el ambientalista tamaulipeco.
Estas aves migratorias abundan en zonas de venta de pescados y mariscos del sur de Tamaulipas como el mercado “La Puntilla” y la Isleta Pérez, en Tampico, así como el paso “El Zacate” y en las escolleras de Playa Miramar, en Ciudad Madero.