El Sol de Tampico

Real Madrid vs. PSG, partido de ensueño

“Hay que morir sin traicionar­se”

- varelaradi­orama@hotmail.com Mariano Varela A NIVEL DE CANCHA

Esa fue una de las frases inaugurale­s del entrenador colombiano Francisco ”Pacho”Maturana al llegar a España, hace algunos años, y agregó: “de futbol no muere nadie, pero son muchos los que se traicionan espantados por el miedo al fracaso, por eso a un entrenador solo se le conoce bien cuando le toca perder. Es entonces cuando pone a prueba la calidad de su instinto, el espesor de su personalid­ad y la fortaleza de sus conviccion­es”.

Tuvimos oportunida­d de observar el partido más esperado de la Champions League entre dos potencias futboleras como lo son el Paris Saint Germain contra el Real Madrid, ambos con su constelaci­ón de estrellas encabezada­s por el brasileño Neymar y Cristiano Ronaldo, sin menospreci­ar a otros más como Cavani, Mbappé, Verrati, Dani Alves, por la Ciudad Luz, y por los merengues bicampeone­s de este certamen con Ramos, Marcelo, Kroos, Modric, Navas y Bale, un partido que prometía emociones desde el silbatazo inicial.

Es también cierto que el PSG se presentaba como favorito dado que está robando su Ligue 1 en Francia; invicto, en sus últimos 5 partidos ha anotado 15 goles y recibido solo 3, mientras que los de la “Casa Blanca” ya casi tienen perdido su campeonato de liga, instalados en el cuarto lugar con solo 42 puntos y a 17 puntos del Barcelona (que tiene 59 unidades; abajo también del Valencia y Atlético de Madrid); los primeros con la llegada de Neymar formaron un tridente, el más caro, y que está metiendo goles a raudales (Neymar, Cavani y Mbappé).

Y para mi entender en un partido muy cerrado donde ganó finalmente el Real Madrid, que fue productivo y efectivo, porque si nos vamos a los números finales, Real Madrid y PSG tuvieron ambos el 50% de posesión de balón, los dos se salvaron en 5 ocasiones ; 17 tiros a gol y solo 8 al arco del Madrid, por 12 de los parisinos y solo 4 al marco, es lo que marcaron las estadístic­as.

En síntesis, fue un partido de ida y vuelta, de entrada la tuvo el Madrid, Cristiano tiró muy cruzado y el disparo de Kroos el portero Areola lo rechazó y la defensa lo mandó a tiro de esquina; respondió el PSG con Neymar desnivelan­do que se resbaló cuando estaba a punto de abrir el marcador; todavía CR7 disparó arriba del travesaño y en la siguente jugada se abre el marcador, viene una jugada por la derecha, el tridente aparece: Mbappé centra, Cavani la deja pasar, Neymar intenta dar un taconazo, pero es la zaga española quien rechaza y deja el balón a Rabiot, que define para el uno por cero(minuto 32); pero antes del descanso Kroos es trompicado (De Celso) dentro del área grande y el penal es convertido por Cristiano para empatar el marcador que le daba vida a los merengues en el juego.

Los que saben de futbol dicen que las victorias en un 50% las ganan los técnicos y para mi gusto, el técnico del Real Madrid, en un partido muy cerrado, hizo sus cambios en tiempo y forma; sacó a Benzema e ingresó Bale (CR7 se fue de 9 y con ello abrió la cancha con Gareth por la derecha y Marcelo por la izquierda); se fueron Casemiro e Isco (y apareciero­n Lucas Vázquez y Marcos Asensio (un marcador y un filtrador), pensó en ganar estando en el Bernabéu y al final sus movimiento­s tuvieron los efectos deseados.

Mientras que su colega rival (Emery) pensó en igualar y matarlos en París, sacrificó a Cavani y arribó el defensa Maunier (Mbappé se fue de 9) y Alves de lateral, y Draxler por Lo Celso; para mi gusto se equivocó, con ello las fuerzas se igualaron, el PSG empezó a mirar para atrás y en el pecado llevó la penitencia.

Fue un plan perfecto de Zidane al sufrir en el segundo tiempo. Tiró a Bale y su velocidad para intimidar al rival, que en esos momentos acorralaba a su equipo y con el partido equilibrad­o buscó otra sorpresa más con la aparición de Lucas y Asensio para que aportaran velocidad (están chavos) y vinieron dos goles en la recta final. Con ello se ganó un partido que en sí fue muy parejo, pero mejor manejado por el estratega francés y por ende se llevó una gran victoria. Fue un golpe de efecto en un momento límite, en solo cinco minutos el Madrid ganó y eso, insisto, es un golpe anímico para el técnico español Emery. (Hay que morir sin traicionar­se).

Gracias, muchas gracias y que Dios los siga bendiciend­o.

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