El poder imperial
Por supuesto, Rex Tillerson, secretario de Estado del vecino país del norte, no es el inventor de las dos formas de negociar que tiene la primera potencia mundial, una, por encima de la mesa, y otra, la verdadera, por debajo de la mesa; pero amenaza con l
En su reciente visita a México, el 1 de febrero, Tillerson se reunió con los cancilleres de México, Luis Videgaray, y Canadá, Chrystia Freeland, para hablar de nuevas estrategias en la lucha contra el narcotráfico y la renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, TLCAN, entre otros temas. Sin embargo, el CEO de la empresa petrolera Exxon-Mobil (20062016), educado en la Universidad de Texas, hizo un paréntesis para avisar a los mexicanos sobre la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales a cuatro meses de que éstas se celebren. Rusia “tiene huellas en muchas elecciones del mundo, incluyendo países europeos”. “Pongan atencion a lo que está sucediendo”, aconsejó Tillerson. Es aventurado desestimar al secretario de Estado de un país “cuya historia hacia Latinoamérica ha sido la de una nación poderosa con el ejército más fuerte del mundo diciendo, no nos gusta este gobierno, vamos a derrocarlo”. Aun así, la duda es ¿a qué vino Tillerson en realidad?
En un conservatorio con el vocalista del grupo puertorriqueño calle 13, René Pérez, bajo el nombre de “Residente”, Bernie Sanders, de 74 años, exsenador por Vermont, quien fue una agradable sorpresa en su papel de precandidato demócrata a la presidencia de su país (con cada vez mayor número de seguidores en sectores jóvenes del electorado), manifestó que “Estados Unidos no puede seguir interviniendo en Latinoamérica y derrocando gobiernos y tratando de desestabilizarlos por razones económicas”. Esto nos lleva a circunstancias de nuestra historia nacional que muestran la procedencia y orígenes de la subordinación política y económica de nuestros gobernantes hacia el gobierno de Estados Unidos.
En el capítulo veintiséis del libro El Secuestro de William Jenkins, del abogado Rafael Ruiz Harrel, aparece que el presidente Woodrow Wilson, despidió a su secretario de Estado, Richard Lansing. Y como ni siquiera le guardo las consideraciones propias de su cargo, llegó a decirse que el motivo era la belicosa política seguida por el funcionario estadounidense en relación a México. A partir de ese momento Lansing no volvió a ocupar un puesto de gobierno; pero halló tiempo para escribir un diario, donde registró, entre otras ideas, que había estado equivocado ya que para someter a México no era necesaria la intervencion ni la violencia armada. Esto tendría un costo muy elevado y destruiría muchas propiedades extranjeras. Por lo tanto otro era el camino. He aquí lo que escribió Lansing:
“México es un país extraordinariamente fácil de dominar porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la Presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso llevaría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto al liderazgo de Estados Unidos. México necesitará de administradores competentes. Con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la Presidencia. Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queremos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros”.
El poder civil en Estados Unidos se mezcla como uno solo con los intereses militares, políticos y económicos. Lo confirma la existencia de una super agrupación –Council of Foreigh Relations— Consejo de Relaciones Exteriores, abreviado en inglés como (CFR), organización fundada en 1917 por John Davison Rockefeller, -padre de Nelson, director de Creole Petroleum Corp, coordinador de Asuntos Interamericanos con Franklin Delano Roosevelt, secretario de Salubridad y
un país extraordinariamente fácil de dominar porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la Presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso llevaría otra vez a la guerra”.
ayudante personal de Dwight Eisenhower y gobernador de Nueva York durante 15 años; además de David Rockefeller (presidente del poderoso Chase Manhattan Bank) institución crediticia que en la mente de muchos sigue siendo, pese a algunos quebrantos, el compendio del capitalismo americano.
La Council of Foreigh Relations es una organización que se dice no partidista dedicada a la política exterior, con base en la 58 East 68 Street,(en Park Avenue, Manhattan) en Nueva York, con una sucursal en Washington D.C. y afilia a los principales “big shots” de la política estadounidense. En sus exclusivas filas militan, también grandes capitanes de la industria, el comercio y el periodismo. De ahí han surgido presidentes y secretarios de estado estadounidenses a partir de Herbert Clark Hoover.
Otro miembro distinguido del Council, llamémosle así, es Henry Kissinger, exsecretario de Estado de Richard Nixon, y hoy cercano a la Casa Blanca, quien se encargó de difundir la charada de que el Nuevo Orden Mundial es un sistema en el que Estados Unidos se ubicaría como “el primero entre iguales”, cuando todo indica el objetivo es establecer un solo gobierno planetario. Por cierto, Kissinger, como asesor de Nixon recomendó ocupar militarmente Venezuela para controlar sus mantos petrolíferos, y asegurar el suministro de hidrocarburos a Estados Unidos.
El aviso de Tillerson en alusión a la que Rusia podría intervenir en las elecciones en México, pese a que las autoridades del INE dicen que no, que el proceso electoral está blindado, nos muestra un perfil del poder imperial en el que sobresale la gran importancia de los civiles en asuntos militares en el vecino país del norte , la semejanza creciente entre oficiales militares y directores civiles en política y en los negocios, así como el mayor contacto y la mayor cooperación entre oficiales y civiles en materia política, bélica, científica y financiera.
“México es